La COVID persistente afecta a personas que han superado la infección por SARS-CoV-2 y mantienen síntomas durante más de tres meses. Se estima que entre un 5 % y un 10 % de quienes superan la enfermedad desarrollan este trastorno, y una parte de ellos no llega a recuperar completamente su estado previo. Entre los síntomas más frecuentes e incapacitantes destacan la fatiga y la disfunción cognitiva.
La fatiga afecta a entre el 35 % y el 60 % de los pacientes y se manifiesta tanto a nivel físico como mental, mientras que los déficits cognitivos más habituales incluyen alteraciones en la atención, la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento. Estos síntomas se han asociado con cambios estructurales y funcionales en el cerebro, impactando de manera negativa en la calidad de vida y la capacidad laboral de los pacientes. Dada su elevada prevalencia y persistencia en el tiempo, la comunidad científica subraya la necesidad urgente de desarrollar tratamientos eficaces.
Con este objetivo, los doctores María Díez-Cirarda y Jordi Matías-Guiu, del Grupo de Investigación de Enfermedades Neurológicas del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), han liderado un ensayo clínico pionero publicado en Scientific Reports (julio 2025). El trabajo, titulado “A randomized comparative feasibility study of neuromodulation and cognitive training for post-COVID fatigue”, exploró una combinación innovadora: la estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS) aplicada en dos áreas cerebrales distintas junto con un programa de entrenamiento cognitivo adaptativo.
Un ensayo clínico con 63 participantes
El estudio contó con 63 pacientes, con una edad media cercana a los 48 años y síntomas persistentes desde hacía en promedio 32 meses. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: uno recibió estimulación sobre la corteza motora primaria (M1) y el otro sobre la corteza dorsolateral prefrontal (DLPFC). En ambos casos, la neuromodulación se combinó con un programa de entrenamiento cognitivo digital, y cada paciente completó 15 sesiones de 20 minutos distribuidas en 3 semanas. Las valoraciones se realizaron antes y después del tratamiento, y se incluyó además un seguimiento al mes, junto con evaluaciones diarias de la fatiga para reflejar su impacto en la vida cotidiana.
Resultados prometedores del estudio
Los hallazgos del ensayo muestran que la combinación de neuromodulación y entrenamiento cognitivo es un enfoque seguro, factible y eficaz para abordar los síntomas de la condición post-COVID. Ambos grupos experimentaron una reducción significativa de la fatiga, confirmada tanto por las escalas clínicas (Fatigue Severity Scale y Modified Fatigue Impact Scale) como por las evaluaciones ecológicas diarias, que reflejan el impacto real de la fatiga en la vida cotidiana. Estas mejoras se mantuvieron en gran medida en el seguimiento realizado un mes después del tratamiento.
Más allá de la fatiga, el estudio evidenció beneficios en otros ámbitos clínicos relevantes. Los participantes mostraron progresos en función cognitiva —con mejoras en atención, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento— así como una reducción de los síntomas de depresión y ansiedad, disminución del dolor y mejoría en la calidad de vida. También se observó una mejor calidad del sueño, especialmente en el grupo que recibió estimulación sobre la corteza motora primaria (M1).
En términos de seguridad y tolerabilidad, el tratamiento mostró un perfil muy favorable: un 94% de los pacientes completó todas las sesiones y los efectos adversos reportados fueron leves y transitorios, principalmente cefaleas o mareos.
Finalmente, el análisis de predictores sugirió que la mejora en variables como la depresión y el dolor podría estar asociada con los cambios observados en la fatiga, lo que abre nuevas vías de investigación sobre la interacción entre estos síntomas en la condición post-COVID.
NeuronUP: pieza clave en la intervención cognitiva
La intervención cognitiva se llevó a cabo con NeuronUP, que permitió entrenar de manera estructurada y adaptativa los dominios de atención, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento. Gracias a su capacidad de ajustar automáticamente el nivel de dificultad según el rendimiento del paciente, NeuronUP ofreció una experiencia personalizada y dinámica que complementó la neuromodulación cerebral.
El uso de esta herramienta digital fue esencial para integrar la rehabilitación cognitiva en el protocolo, reforzando los efectos del tratamiento y contribuyendo a los resultados positivos observados. Con ello, la solución de neurorrehabilitación consolida su papel como referente para la investigación y la práctica clínica, al facilitar el desarrollo de terapias innovadoras orientadas a mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome post-COVID.