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Tres estudios pioneros aplican la inteligencia artificial para mejorar el diagnóstico y tratamiento del TDAH

Tres estudios pioneros aplican la inteligencia artificial para mejorar el diagnóstico y tratamiento del TDAH 1359 903 Docor Comunicación

En el Congreso Nacional de Psiquiatría que se ha celebrado en Donostia-San Sebastián, el Dr. J. Antoni Ramos-Quiroga, jefe del servicio de salud mental del Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona, profesor titular de UAB y miembro de CIBERSAM, ha presentado tres estudios pioneros que emplean inteligencia artificial (IA) para mejorar el diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Durante el simposio titulado “Inteligencia artificial aplicada en el diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)”, el Dr. Ramos-Quiroga ha explicado cómo estos proyectos, aún en desarrollo, están aprovechando la IA para transformar la Psiquiatría y aportar más soluciones personalizadas en el manejo de este trastorno.

Los tres estudios, que abarcan desde tecnologías de diagnóstico como el eye tracking hasta plataformas de tratamiento cognitivo mediante neurojuegos digitales y herramientas de monitorización de efectos secundarios, están sentando las bases para mejorar significativamente la atención a los pacientes con TDAH.

Primer estudio: Diagnóstico del TDAH mediante el ángulo de vergencia ocular

En primer lugar, el Dr. Ramos-Quiroga explicó el estudio presentado por la Dra. Paloma Valera, jefa del servicio de psiquiatría infantil del Hospital de Mataró, que evalúa una solución digital basada en IA para el diagnóstico del TDAH mediante el análisis del ángulo de vergencia ocular. Este sistema utiliza la tecnología de eye tracking, que permite medir los movimientos oculares mientras los pacientes realizan pruebas neuropsicológicas.

“Este dispositivo permite realizar una medición objetiva de los movimientos oculares y, gracias a la inteligencia artificial, correlacionamos estos datos con la presencia o no de TDAH. Este enfoque nos ofrece una aproximación diagnóstica mucho más precisa y objetiva, que complementa las pruebas clínicas tradicionales”, explicó el Dr. Ramos-Quiroga. El dispositivo ya ha sido probado en niños y actualmente está siendo evaluado en adultos.

Segundo estudio: Tratamiento cognitivo mediante neurojuegos digitales personalizados

El Dr. Ramos-Quiroga también explicó el segundo estudio, presentado por el Dr. Javier Quintero, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Infanta Leonor en Madrid. Este proyecto se centra en un programa de tratamiento cognitivo basado en neurojuegos digitales, diseñados con IA, que permiten que los pacientes realicen ejercicios cognitivos adaptados a su perfil clínico y evolución.

“Este sistema personaliza los ejercicios en función del rendimiento de cada paciente, adaptándolos a sus necesidades clínicas. Lo más destacado es que estos neurojuegos se pueden realizar desde casa, lo que facilita una mayor flexibilidad y un tratamiento mucho más intensivo”, afirmó el Dr. Ramos-Quiroga.

El sistema permite que los datos de miles de pacientes sean procesados por la inteligencia artificial, que luego predice qué ejercicios son más efectivos para cada persona. “Es un avance notable en comparación con las terapias tradicionales, ya que permite una intervención mucho más personalizada”, añadió Ramos-Quiroga.

Tercer estudio: Monitorización de efectos secundarios y adherencia a la medicación con el proyecto ART-CARMA

El tercer estudio, titulado “ADHD Remote Technology study of cardiometabolic risk factors and medication adherence (ART-CARMA)”, fue presentado por el propio Dr. Ramos-Quiroga como parte del proyecto europeo TIMESPAN, financiado por Horizon 2020. Este estudio utiliza inteligencia artificial para monitorizar de forma remota a 300 pacientes con TDAH durante un año, analizando tanto su adherencia a la medicación como los posibles efectos secundarios derivados de los tratamientos.

“El proyecto ART-CARMA monitoriza a los pacientes a través de una aplicación móvil y un dispositivo que registra sus movimientos y variables clínicas. Esto nos permite hacer un seguimiento detallado y en tiempo real de su respuesta al tratamiento, lo que es crucial para entender los efectos secundarios y ajustar las dosis cuando sea necesario”, explicó Ramos-Quiroga.

El estudio incluye la colaboración de instituciones europeas de prestigio, como Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barceolina, el King’s College de Londres y el Karolinska Institute, y busca identificar qué perfiles de pacientes responden mejor a la medicación, minimizando los efectos secundarios.

La inteligencia artificial, clave en la mejora del manejo del TDAH

El Dr. Ramos-Quiroga subrayó que “estos tres estudios pioneros marcan un antes y un después en la aplicación de la inteligencia artificial en la Psiquiatría”. “La IA nos permite no solo mejorar el diagnóstico, sino también personalizar los tratamientos y monitorizar los efectos secundarios de una manera que antes no era posible. Estos avances ofrecen nuevas oportunidades para mejorar la calidad de vida de los pacientes con TDAH”, concluyó.

 

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Investigación en psiquiatría sobre el impacto de la cultura en los trastornos mentales

Investigación en psiquiatría sobre el impacto de la cultura en los trastornos mentales 1359 903 Docor Comunicación

Durante la plenaria titulada “Psiquiatría y Cultura” en el Congreso Nacional de Psiquiatría de San Sebastián, el Profesor Germán Berrios, catedrático emérito de Epistemología Psiquiátrica de la Universidad de Cambridge, ha destacado la importancia de la cultura en la forma en que se entienden y gestionan los trastornos mentales. Berrios ha explicado que “los síntomas y los trastornos mentales no son solo fenómenos biológicos o psicológicos, sino que también están profundamente influenciados por el entorno cultural”.

Sin embargo, ha señalado que uno de los principales retos es la falta de una definición clara y operativa del concepto de cultura, lo que dificulta su estudio en la Psiquiatría. “Aunque se habla mucho sobre este tema, existe más retórica que ciencia sólida”, ha explicado, enfatizando la necesidad de avanzar en la investigación para comprender mejor cómo la cultura afecta la salud mental.

Durante su intervención, ha explorado cómo el concepto de cultura —entendido como un conjunto de creencias, valores, y normas sociales— afecta tanto la definición de los síntomas como la forma en que las sociedades gestionan las enfermedades mentales. “Los trastornos mentales no son únicamente fenómenos que pueden explicarse desde la biología o la psicología individual”, ha señalado Berrios, quien ha añadido que “el entorno cultural también juega un papel decisivo en cómo los definimos y tratamos”.

Además, ha profundizado en cómo la cultura no solo moldea la percepción social de los trastornos mentales, sino que también influye en las respuestas médicas, sociales y políticas hacia estos problemas. Según Berrios, en algunas culturas, lo que podría considerarse un comportamiento normal en una sociedad, puede verse como un trastorno en otra. Este punto clave abre un debate sobre la universalidad de los diagnósticos psiquiátricos y la necesidad de adaptar los tratamientos según el contexto cultural.

La relación entre cultura y psiquiatría 

A pesar de su importancia, Berrios ha advertido que el estudio de la relación entre cultura y psiquiatría sigue siendo un desafío. “No tenemos una definición operativa de ‘cultura’ que sea lo suficientemente clara para aplicar de forma rigurosa en la investigación científica”, ha afirmado. Este vacío en la definición de cultura complica el análisis científico del impacto cultural en la Psiquiatría. Ha comentado que, aunque se ha hablado mucho sobre el tema, “la falta de herramientas precisas para medir estos efectos ha generado más discurso teórico que evidencia científica”.

Finalmente, Berrios ha concluido que, aunque el campo sigue lleno de preguntas sin respuesta, hay un creciente interés por avanzar en la investigación sobre cómo la cultura afecta la salud mental. Ha enfatizado que este es un ámbito que requiere más estudios para poder ir más allá de la retórica y construir una base científica sólida que permita entender de manera más completa cómo el contexto cultural moldea nuestra experiencia de los trastornos mentales.

 

antipsiquiatría

Psicopatología en riesgo: la antipsiquiatría amenaza el cuidado de pacientes

Psicopatología en riesgo: la antipsiquiatría amenaza el cuidado de pacientes 1359 903 Docor Comunicación

En los últimos años ha emergido una nueva corriente antipsiquiátrica de gran virulencia. A diferencia de la antipsiquiatría de hace 50 años, que se orientaba fundamentalmente a la desinstitucionalización de los pacientes y a la reconversión del psiquiatra excesivamente biologicista, esta nueva corriente no solo critica la Psiquiatría tradicional, sino que aspira a la destrucción completa del saber psiquiátrico.

Niega de plano la existencia de trastornos mentales y aboga por la deconstrucción de la psicopatología, una disciplina fundamental para explicar y comprender el sufrimiento de los pacientes con afecciones mentales. Deconstruir la psicopatología conlleva desmantelar todo el pensamiento filosófico que ha permitido a la ciencia psicopatológica encontrar un discurso explicativo y comprensivo del sufrimiento de los pacientes.

Estas conclusiones han sido realizadas por el Dr. José Luis Carrasco, psiquiatra, Catedrático y Jefe de Servicio del Hospital Clínico San Carlos durante la conferencia titulada “Antipsiquiatría: Deconstruir la Psicopatología”, pronunciada en una de las sesiones plenarias del Congreso Nacional de Psiquiatría que se ha celebrado recientemente en San Sebastián. En la conferencia se abordó cómo esta nueva corriente no solo pretende eliminar la Psiquiatría médica, sino que busca desmantelar el marco científico que sustenta la psicopatología.

Durante su intervención, el Dr. José Luis Carrasco ha advertido de los riesgos de seguir esta tendencia, subrayando la importancia de defender la ciencia como el único camino para ofrecer una atención médica adecuada y comprensiva a las personas que sufren enfermedades mentales.

“La nueva antipsiquiatría no se conforma con reformar la psiquiatría, sino que aspira a destruirla completamente”, ha afirmado Carrasco. En su intervención, ha explicado que esta corriente filosófica no solo niega la existencia de los trastornos mentales, sino que también “pretende deconstruir todo el saber previo que ha permitido a la psicopatología ofrecer un discurso explicativo sobre el sufrimiento psíquico”.

El Dr. Carrasco ha alertado sobre los riesgos de seguir este camino. Según ha señalado, sin la psicopatología, “los pacientes quedan desprotegidos ante posturas anticientíficas e ideológicas que trivializan sus problemas”. “Sin la psicopatología”, ha comentado, “el paciente queda desnudo ante enfoques que minimizan su sufrimiento: el suicidio es visto como un problema de falta de viviendas, la depresión se cura uniéndose a un sindicato, y al paciente que delira hay que aceptarlo y dejarlo en su delirio sin intervención médica”. Para el Dr. Carrasco, este tipo de planteamientos no solo ignoran el sufrimiento humano, sino que ponen en grave riesgo la atención médica de los pacientes al alejarlos de tratamientos basados en la ciencia.

Origen de la antipsiquiatría 

Asimismo, ha destacado que esta nueva antipsiquiatría tiene su origen en un movimiento filosófico de “deconstrucción” o “destrucción” de todo el conocimiento previo, que se caracteriza por el desdén hacia la ciencia y el desafío a cualquier tipo de orden, incluso el orden natural. “Este contexto es propicio para la llegada de oportunistas y demagogos a la Medicina”, ha advertido, señalando que esta tendencia puede hacer que los pacientes queden a merced de soluciones simplistas y peligrosas, alejadas de los tratamientos basados en evidencia científica.

La amenaza de la antipsiquiatría

El Dr. Carrasco también ha explicado cómo esta corriente antipsiquiátrica difiere de la antiPsiquiatría clásica, que en su momento buscaba mejorar las condiciones institucionales de los pacientes y ofrecer una crítica al enfoque biologicista. “La antipsiquiatría actual”, ha dicho, “no solo ignora los avances logrados en el campo de la Psiquiatría, sino que pretende destruir por completo todo el saber psiquiátrico previo, desmantelando los fundamentos de la psicopatología”.

En sus conclusiones, el Dr. Carrasco ha advertido de las graves consecuencias que podría tener este movimiento filosófico para la salud mental de los pacientes. “Esta corriente, bajo el pretexto de la deconstrucción y la ideología, destruye los pilares que sustentan la Psiquiatría y deja a las personas en una situación de vulnerabilidad extrema”, ha dicho. “La Psiquiatría es una disciplina que, a través de la psicopatología, ha permitido comprender el sufrimiento psíquico de los pacientes. Si permitimos que este movimiento deconstruya el saber psiquiátrico, estamos poniendo en grave peligro la atención médica de los más vulnerables”, ha concluido Carrasco.

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Advierten sobre las dificultades éticas y prácticas de aplicar la eutanasia en pacientes con trastorno mental

Advierten sobre las dificultades éticas y prácticas de aplicar la eutanasia en pacientes con trastorno mental 1359 903 Docor Comunicación

En el Congreso Nacional de Psiquiatría, celebrado en Donostia-San Sebastián, la Dra. Blanca Morera, presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal, ha liderado un importante debate sobre la aplicación de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE) 3/2021 en personas con trastorno mental. En este foro, los psiquiatras han puesto de manifiesto las dificultades éticas y prácticas de aplicar la eutanasia en pacientes con trastorno mental y se ha debatido en profundidad sobre estas cuestiones.

La Dra. Blanca Morera ha explicado que “en nuestro país la aplicación de la Ley Orgánica de Regulación de Eutanasia 3/2021 de 24 de marzo arrancó en el segundo semestre del año, a medida que se configuraron las diferentes Comisiones de Garantías y Evaluación de la Eutanasia que debían verificar los casos”. Ha señalado que “nuestra norma en ningún momento contempla un trato diferenciado para las personas con trastorno mental, ni ningún otro grupo de pacientes, sino que optó por un sistema de criterios (mayoría de edad, contexto eutanásico, capacidad, etc.) para dar o no acceso a la prestación”.

Ha comparado la situación internacional explicando que “esta no es una situación homogénea en los países que han regulado la posibilidad de solicitar intervenciones sanitarias para terminar la vida; algunos países como EEUU (no todos los estados, 17 de ellos) han regulado únicamente el suicidio asistido y únicamente en personas en final de vida (proceso terminal), otros países como Países Bajos han regulado tanto la eutanasia como el suicidio asistido y no excluye ningún colectivo de pacientes y, finalmente, países como Canadá han planteado una demora en la aplicación de la ayuda médica para morir (MAID) en el caso de las personas con trastorno mental. En definitiva, la situación internacional es muy diferente”.

En cuanto a la situación en España, ha explicado que “la polémica, que ya había generado reflexiones y posicionamientos públicos (como el de la Sociedad Española de Psiquiatría o la Comisión de Comités de Ética Asistencial de Euskadi), se generaliza tras la sentencia del Tribunal Constitucional 19/2023 de 22 de marzo en respuesta al recurso de inconstitucionalidad contra la LORE presentado por VOX”. Ha añadido que “en dicha sentencia se recogen afirmaciones que para algunos sugieren la improcedencia de la aplicación de esta norma en personas con trastorno mental, mientras que para otros no es así”.

Un caso reciente en Catalunya, ha explicado, “en el que el padre de la solicitante ha conseguido parar el proceso por vía judicial, ha terminado de poner sobre la mesa las preguntas fundamentales: ¿Cabe aplicar la prestación en personas con trastorno mental por dicho trastorno? ¿Se deberían modificar procedimientos para aumentar las garantías? ¿Cuáles son los problemas en este colectivo de personas que pueden dificultar la aplicación de la norma o que deberían limitar su aplicación?”.

La Dra. Blanca Morera ha destacado que “el tema es muy relevante porque supone, de entrada, plantearse si es posible excluir un colectivo de la aplicación de una ley orgánica. Esta discriminación debería justificarse. Toca a los juristas analizar lo que esto supone”.

Ley y psiquiatría

Desde su perspectiva como psiquiatra en ejercicio y miembro de la CGyEE de Euskadi, ha señalado que “el desafío que una persona con un trastorno mental plantea a la aplicación de la norma tiene que ver con otros elementos”.

El primero de ellos, ha explicado, “tiene que ver con el requisito de capacidad y las garantías de voluntariedad, de forma que se pueda garantizar que se trate de una petición autónoma de una persona competente”. Ha advertido que “citar este problema es un arma de doble filo: por una parte, negar cómo las enfermedades psiquiátricas más graves afectan al psiquismo de algunas personas y, en algunas ocasiones, la capacidad para tomar algunas decisiones, sería negar la evidencia de la práctica cotidiana.

Por otra parte, no presuponer la capacidad supondría un ejercicio de paternalismo rechazable”. En su opinión, “toca establecer cómo realizar esta valoración, pero no sólo en las personas con TM”.

El segundo elemento, ha señalado, “tiene que ver con el requisito, en el contexto de no-terminalidad, de acreditar que el trastorno es incurable, que no cabe hacer nada más, que esta persona concreta no va a mejorar.

En muchas enfermedades y trastornos, también en psiquiatría, este no es un tema fácil, más aún cuando los sistemas públicos no siempre dan acceso cumplido a tratamientos probados (pensemos en la psicoterapia en los trastornos graves de personalidad). Como un psiquiatra puede tratar con un paciente la abstención terapéutica, cuando puede decir ‘hasta aquí llego’ y cómo esto afecta al vínculo, no es fácil de determinar en una profesión que ‘pelea’ intentos de mejora casi hasta el infinito y más allá”.

Ha destacado, además, “un tercer elemento delicadísimo: la relación entre trastorno mental y suicidio, que incuestionablemente nos lleva a la pregunta acerca de si la petición de ayuda para morir en una persona con TM no es un suicidio encubierto e institucionalizado, una petición de ayuda”. Ha añadido que, “en un momento en que toda la sociedad lucha contra lo que se considera casi una plaga, y dado que nuestros pacientes son los que más llegan a esa situación límite, ¿cómo articulamos el mensaje de prevenir el suicidio y ayudar a morir?”.

Finalmente, ha añadido que “entendiendo que estamos resumiendo mucho una cuestión muy compleja, ¿cómo considerar los determinantes externos de esta decisión? ¿Cómo trabajar con la vulnerabilidad estructural (el estigma, la marginalización, el deterioro global) que puede llevar a una petición de ayuda para morir?”.

Ha concluido afirmando que “parece evidente que desde la no discriminación se requieren estrategias específicas de abordaje y evaluación. Los procedimientos actuales pueden no ser suficientemente flexibles y tienen problemas de aplicación. De todo esto hay que hablar”.

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No hay evidencia suficiente para avalar el uso de cannabinoides en el tratamiento de trastornos mentales

No hay evidencia suficiente para avalar el uso de cannabinoides en el tratamiento de trastornos mentales 1359 903 Docor Comunicación

Sigue habiendo evidencia insuficiente para avalar el uso de cannabinoides para el tratamiento de trastornos mentales dentro de un marco regulatorio. Un metanálisis publicado en Lancet Psychiatry (Black N, Stockings E, Campbell G, Tran LT, Zagic D, Hall WD, et al. Cannabinoids for the treatment of mental disorders and symptoms of mental disorders: a systematic review and meta-analysis. Lancet Psychiatry. 2019; 6:995-1010) ha demostrado que aún es limitada la evidencia científica disponible sobre el uso de cannabinoides para mejorar los trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno por estrés postraumático (TEPT) o la psicosis”.

Esta conclusión fue presentada por el Dr. Luis F. Callado, del Departamento de Farmacología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), durante su intervención en el Congreso Nacional de Psiquiatría, celebrado en Donostia.

El Dr. Callado, quien también es miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y del Instituto de Investigación Sanitaria BioBizkaia, subrayó que, “aunque numerosos investigadores han publicado estudios preclínicos y clínicos que sugieren que los fitocannabionoides tienen potencial para tratar una amplia gama de afecciones clínicas, como trastornos neurológicos y mentales dolor o cáncer, aún no hay evidencia suficiente”.

Algunos estudios han sugerido que los medicamentos a base de Δ9-tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol (CBD) provocan mejoras en algunos síntomas, pero no se ha demostrado una remisión de la enfermedad”. Según el metanálisis mencionado, “sigue habiendo evidencia insuficiente para avalar el uso de cannabinoides para el tratamiento de trastornos mentales dentro de un marco regulatorio”.

En este contexto, el especialista explicó que la planta Cannabis sativa es un producto natural muy complejo en el que se han descrito más de 400 sustancias químicas, de las cuales aproximadamente 70 se consideran cannabinoides.

También desgranó que los componentes de esta planta han sido utilizados con fines curativos desde hace miles de años. Los dos fitocannabinoides más estudiados en el contexto terapéutico han sido el THC y el CBD.

Subcomisión dentro de la Comisión de Sanidad y Consumo 

Para entender la situación actual, según el marco regulatorio, el Dr. Callado recordó que se creó en el Congreso de los Diputados una subcomisión dentro de la Comisión de Sanidad y Consumo con el objetivo de analizar experiencias de regulación del cannabis medicinal.

“El informe que se creó de esta subcomisión recomienda al Ministerio de Sanidad facilitar el acceso a medicamentos a base de cannabis en forma de fórmulas magistrales elaboradas a partir de extractos estandarizados de la planta, siempre garantizando su calidad, seguridad y eficacia”, afirmó el Dr. Callado.

“Actualmente, el acceso a medicamentos que contienen componentes del cannabis se limita a aquellos de fabricación autorizada, como Sativex y Epidyolex. El uso de otros medicamentos o compuestos a base de cannabis solo puede hacerse en el marco de ensayos clínicos o por el procedimiento de medicamentos en situaciones especiales”, añadió.

Aunque algunos estudios han sugerido que los cannabinoides pueden tener potencial terapéutico en una amplia gama de afecciones clínicas, como trastornos neurológicos y mentales, el Dr. Callado insistió “en que la evidencia científica disponible es todavía limitada, especialmente en el campo de la salud mental”.

De esta forma, expuso que el metanálisis publicado en Lancet Psychiatry concluye que la calidad de la evidencia disponible es baja, en particular respecto a los efectos del THC farmacéutico (con o sin CBD) en la mejora de síntomas de ansiedad en personas con otras afecciones médicas.

Más estudios

“Se necesitan más estudios de alta calidad, con un número mayor de pacientes, para proporcionar la evidencia sólida necesaria que guíe la práctica clínica”, afirmó el Dr. Callado. Además, subrayó “la necesidad de que tanto los médicos como los pacientes adopten un enfoque cauteloso en este ámbito”.

Finalmente, el especialista subrayó que los futuros estudios sobre cannabinoides “deben realizarse mediante ensayos clínicos aleatorizados con un número elevado de pacientes y comparando los cannabinoides con los fármacos actualmente disponibles, para obtener conclusiones más sólidas y claras sobre su eficacia”.

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En España por cada muerte en un accidente de tráfico, mueren dos personas por suicidio

En España por cada muerte en un accidente de tráfico, mueren dos personas por suicidio 1359 903 Docor Comunicación

En España, se producen cada año aproximadamente 80.000 tentativas de suicidio, una cifra alarmante que refleja la magnitud de esta tragedia y la urgente necesidad de mejorar las estrategias de prevención, según ha declarado el Dr. Víctor Pérez Sola, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM).

Compara, además, el suicidio con otras causas de fallecimiento prevenibles, destacando que por cada muerte en un accidente de tráfico, mueren dos personas por suicidio; por cada asesinato, se quitan la vida 15 personas; y por cada mujer que fallece a causa de la violencia de género, 75 personas mueren por suicidio.

“Estas cifras deben motivar una respuesta inmediata y más visible en la sociedad”, puntualiza el Dr. Pérez Sola, quién destaca que “estas comparaciones entre causas de muerte prevenibles buscan mostrar la magnitud del problema” y aclara, en este contexto, que “todas las causas de muerte prevenibles, sin importar cuáles sean, tienen la misma relevancia y deben ser abordadas con igual de importancia”.

Todas estas declaraciones han sido realizadas durante el simposio “Avances en la prevención del suicidio en España”, celebrado en el marco del XXVII Congreso Nacional de Psiquiatría en Donostia-San Sebastián, por el Dr. Pérez Sola.

El especialista destacó que, “aunque en 2023 hubo una disminución del 6% en las muertes por suicidio según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), con un total de 3.952 fallecimientos, esta bajada no puede atribuirse exclusivamente a las estrategias de prevención implementadas, ya que el suicidio es un fenómeno fluctuante y lo esencial es lograr una reducción sostenida en el tiempo“.

De esta forma, el Dr. Pérez Sola subrayó “la gravedad de la situación”, afirmando que “por cada persona que fallece por suicidio, hay al menos 20 tentativas, lo que significa que miles de personas se ven afectadas directa o indirectamente”.

“Una tentativa de suicidio es un acto en el que una persona intenta quitarse la vida, pero no lo logra. Es un intento consciente de autolesionarse con la intención de morir, aunque el resultado no sea fatal, describió.

Proyecto Survive

En el simposio, el Dr. Pérez Sola presentó los avances del proyecto Survive, un estudio multicéntrico financiado por el Instituto de Salud Carlos III y por el Centro de Investigación Biomédica en Red de #SaludMental (CIBERSAM), dependiente del Instituto de Salud Carlos III, que está en fase de desarrollo, que sigue a una cohorte de pacientes que han realizado tentativas de suicidio durante un año.

“El objetivo es identificar cuántos repiten la tentativa y los factores de riesgo asociados, lo que nos permitirá diseñar mejores intervenciones preventivas. Si comprendemos mejor estos factores, podremos actuar de manera más eficaz porque el factor de riesgo más relacionado con la muerte por suicidio es que alguien lo haya intentado previamente”, añadió.

El presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) indicó que este estudio está acompañado de varios ensayos clínicos, como el trabajo dirigido por la Dra. Matilde Elices, quien ha realizado un estudio con 300 pacientes que han intentado suicidarse.

“La mitad de estos pacientes ha recibido terapia dialéctica conductual (DBT) en modalidad online, mientras que la otra mitad ha seguido el tratamiento convencional”, explicó el especialista. El objetivo de este ensayo es evaluar si la intervención online reduce la repetición de las conductas suicidas.

Por su parte, el Dr. Perez Sola puso de relieve que la Dra. Iria Grande, también parte de Survive, centra su investigación en la identificación de biomarcadores, incluyendo datos de neuroimagen, que permitan predecir con mayor precisión quiénes tienen más riesgo de repetir la tentativa de suicidio.

Según el Dr Perez Sola “esta investigación podría abrir una nueva vía en la prevención para ayudarnos a identificar de manera más precisa a los pacientes de alto riesgo”.

El Dr. Enrique Baca, otro de los investigadores involucrados en el proyecto, trabaja en el desarrollo de tecnologías móviles para monitorizar de manera continua a los pacientes en riesgo de suicidio.

“A través de la recopilación de datos activa y pasiva mediante los teléfonos móviles, podremos detectar cuándo un paciente presenta un aumento en el riesgo y actuar de manera inmediata”, explicó el Dr. Pérez Sola. “En algunos casos, estas tecnologías permiten intervenir mediante llamadas o recomendaciones cuando se detecta un riesgo elevado”, añadió.

En este sentido, el Dr. Pérez Sola subrayó la importancia de estas estrategias de baja intensidad, como las terapias online o la monitorización mediante teléfonos móviles, ya que “permiten intervenir sin la necesidad de un seguimiento intensivo, algo que sería imposible de ofrecer a todos los pacientes”, afirmó. Este enfoque, señaló, “es crucial para hacer frente al enorme volumen de personas que se encuentran en riesgo”.

Finalmente, el presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) hizo hincapié en que, “aunque la tasa de suicidios en España es de 8 por cada 100.000 habitantes, una cifra relativamente baja en comparación con otros países europeos como Dinamarca o Hungría, esto no reduce la urgencia del problema”.

“Países con tasas mucho más elevadas, como Dinamarca, han logrado reducirlas tras décadas de intervención intensiva. En España, partimos de una tasa más baja, pero el reto es igualmente enorme.

Cada suicidio es una tragedia, y no podemos permitir que siga ocurriendo. Las Comunidades y el Ministerio de Sanidad, así como desde la parte clínica-asistencial debemos seguir trabajando en acciones de prevención y poner sobre la mesa todos los recursos posibles”, concluyó.

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La creciente demanda y la escasez de psiquiatras están llevando al sistema español a una situación crítica

La creciente demanda y la escasez de psiquiatras están llevando al sistema español a una situación crítica 1359 903 Docor Comunicación

España enfrenta una crisis sin precedentes en su sistema de salud mental. La creciente demanda de atención en salud mental, cerca del 29% de la población sufre un trastorno, y la escasez de psiquiatras están llevando el sistema español a una situación crítica.

Las enfermedades mentales, desde la ansiedad hasta la esquizofrenia, no solo representan un grave impacto en la vida de los pacientes, sino que, además, suponen una carga económica y social insostenible. Se deben tomar medidas de forma inmediata.

Estas afirmaciones han sido realizadas durante la rueda de prensa de presentación del XVII Congreso Nacional de Psiquiatría en San Sebastián por el Dr. Manuel Martín Carrasco, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) y presidente del Patronato de la Fundación de Investigación FIDMAG (Hermanas Hospitalarias). El congreso está organizado por la SEPSM y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM).

El especialista ha estado acompañado por la Dra. Marina Díaz Marsá, vicepresidenta de la SEPSM y jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos y Profesora Titular de Psiquiatría de la Universidad Complutense; y la Dra. Ana González-Pinto, catedrática de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y psiquiatra del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza.

En su comparecencia, han realizado un exhaustivo análisis de la “situación crítica que enfrenta la salud mental en España”. La presentación se ha centrado en los problemas estructurales del sistema, los alarmantes niveles de prevalencia de las enfermedades mentales y la falta de recursos humanos para hacerles frente.

El Dr. Martín Carrasco subrayó que el Informe Nacional de Salud y el Libro Blanco de la Psiquiatría revelan que en 2019 se registraron 970,1 millones de casos de trastornos mentales a nivel mundial, un aumento del 48,1% en comparación con 1990.

Este incremento global también ha tenido un fuerte impacto en España, donde el 29% de la población padece actualmente algún tipo de trastorno mental en algún momento de su vida.

Estos trastornos, según detalló, son en su mayoría (aproximadamente el 95%) lo que se denomina trastornos mentales comunes: trastornos de ansiedad, cada vez más prevalentes, especialmente entre los jóvenes; depresiones leves, una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial; trastornos del sueño, que afectan gravemente la calidad de vida y siguen en aumento; y trastornos relacionados con el estrés.

El resto (aproximadamente el 5% de la población) son trastornos mentales graves, tales como esquizofrenia, trastorno bipolar, depresiones graves o trastornos de personalidad.

En este contexto, el máximo representante de la Psiquiatría en España aseveró que “el aumento constante de los trastornos mentales durante la última década, exacerbado por la pandemia de COVID-19, ha disparado las tasas de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental”.

“Mientras que los trastornos mentales graves como la esquizofrenia y el trastorno bipolar se han mantenido relativamente estables, son los trastornos menos graves los que han experimentado el mayor aumento”, añadió.

“El aumento sostenido de trastornos mentales comunes está generando una demanda creciente y constante de atención psiquiátrica. Este fenómeno está ejerciendo una presión considerable sobre el sistema sanitario, dificultando el acceso y la atención adecuada a los pacientes con trastornos mentales graves, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar”, explicó el Dr. Martín Carrasco.

“La disminución de la resiliencia en la población, entendida como la capacidad de gestionar autónomamente adversidades cotidianas, como la pérdida de empleo o el malestar emocional, está derivando en un mayor número de personas que requieren atención especializada”, agregó.

En este contexto, el especialista afirmó, además, que “el aumento de la concienciación sobre la importancia de la salud mental ha generado un crecimiento significativo en las consultas especializadas. Cada vez más personas reconocen la necesidad de cuidar su bienestar emocional y psicológico, lo que les lleva a buscar apoyo profesional. Esta mayor sensibilidad social contribuye a derribar estigmas y facilita que la población acceda a terapias y tratamientos que mejoran su calidad de vida”.

“Para garantizar una respuesta efectiva, es imperativo que se asignen recursos específicos y diferenciados para abordar los trastornos mentales más leves, sin comprometer la calidad de la atención destinada a las patologías graves que demandan un tratamiento más intensivo y prolongado”, evidenció.

El 60% de los pacientes que necesitan tratamiento no lo están recibiendo

Por su parte, la Dra. Díaz Marsá ofreció más datos para describir esta situación: en Europa, cerca de 84 millones de personas padecen algún tipo de trastorno mental, lo que sitúa a estos trastornos entre los diez más comunes dentro de las enfermedades no transmisibles. “En España, el 60% de los pacientes que necesitan tratamiento no lo están recibiendo, una situación que evidencia la necesidad urgente de reforzar el sistema de atención”, afirmó.

“Se atienden alrededor de 5,5 millones de consultas de atención especializada de Psiquiatría en los centros ambulatorios de especialidades y en los hospitales del Sistema Nacional de Salud, lo que supone que aproximadamente el 95% de las consultas de Psiquiatría tienen lugar en centros públicos”, detalló.

Consumo de benzodiazepinas y bajas laborales

 Por otro lado, el máximo representante de la Psiquiatría en España, el Dr. Martin Carrasco, afirmó que este aumento “es evidente también en otros indicadores indirectos, como el creciente consumo de psicofármacos, especialmente ansiolíticos e hipnóticos, como las benzodiazepinas, y en el aumento de las bajas laborales debidas a trastornos mentales, que incluyen la depresión y los trastornos de ansiedad”.

A este respecto, dio a conocer que, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, “las bajas laborales debidas a trastornos mentales están afectando gravemente tanto a la productividad del país como a su economía. En 2023, las 600.814 bajas laborales por trastornos psiquiátricos tuvieron una duración media de 111 días por baja, y las principales causas de estas incapacidades fueron la depresión y los trastornos de ansiedad”.

“Este impacto no se distribuye de manera uniforme en todo el país. Algunas comunidades autónomas, como Cataluña (4,9%), Melilla (4,8%), País Vasco (4,4%) y Canarias (4,2%) presentaron las tasas más altas por trastornos psiquiátricos. En el otro lado están Castilla-La Mancha (1%), Madrid (1,1%), La Rioja (1,3%) y Murcia (1,6%)”.

“La falta de tratamiento adecuado no solo agrava la condición de los pacientes, sino que también genera un círculo vicioso que incrementa el absentismo laboral y disminuye la productividad, contribuyendo a una crisis económica y social”.

Disparidad territorial en la atención psiquiátrica

“Otro tema de gran relevancia”, según destacó el Dr. Martín Carrasco, “es la disparidad en el acceso a la atención psiquiátrica entre las distintas comunidades autónomas”, revelando los siguientes datos:

“La media de psiquiatras en España es de 12 por cada 100.000 habitantes, muy por debajo del promedio de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que es de 18 psiquiatras por cada 100.000 habitantes.

Hay que tener en cuenta que alrededor del 20% de la población activa en los países de la OCDE sufre algún trastorno mental leve-moderado, fácilmente tratable, como ansiedad o depresión”.

“Considerando una ratio óptima entre 13 y 15 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, en España sería necesario incorporar entre 370 y 565 psiquiatras al año desde 2021 hasta 2026. Existen grandes diferencias regionales. Melilla y Ceuta son las comunidades con la menor cobertura, con apenas 4,72 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, mientras que el País Vasco cuenta con una ratio de 14,99 psiquiatras por cada 100.000 habitantes”, detalló.

En este sentido, el Dr. Martín Carrasco afirmó que “estas diferencias territoriales agravan las desigualdades en el acceso a la atención especializada. En las regiones más afectadas, los pacientes enfrentan largas listas de espera y una atención insuficiente.

Esta escasez se ve agravada por el envejecimiento de la plantilla de psiquiatras en activo, donde más del 20% tiene más de 60 años y un 6,73% supera los 65 años, lo que prevé un elevado número de jubilaciones en los próximos años.

Este envejecimiento también coincide con la necesidad de dotar de psiquiatras infantiles a la nueva especialidad aprobada recientemente”.

Propuestas de solución

Ante esta situación crítica, los tres especialistas enumeraron la importancia de tomar medidas inmediatas para evitar el colapso del sistema de salud mental en España. Las propuestas han sido expuestas y trasladadas recientemente, en septiembre, a la Subcomisión de Salud Mental del Congreso de los Diputados. Estas propuestas, en líneas generales, son:

– Fortalecer la red asistencial de salud mental y mejorar su accesibilidad.

– Aumentar el número de profesionales y mejorar su distribución.

– Favorecer el retraso de la jubilación y homologar psiquiatras extracomunitarios.

– Promover el apoyo en centros educativos y laborales para prevenir trastornos.

– Reforzar la coordinación entre servicios sanitarios y sociales.

– Digitalizar los servicios de salud mental y mejorar el registro de datos.

– Implementar un modelo de atención colaborativo comenzando por Atención Primaria.

– Reducir el estigma de las enfermedades mentales.

– Actualizar la Estrategia Nacional de Salud Mental con nuevos estándares.

– Desarrollar una estrategia estatal para la prevención del suicidio.

Congreso nacional de psiquiatría

La Dra. Marina Díaz Marsá, vicepresidenta de la SEPSM, destacó que el Congreso Nacional de Psiquiatría se centrará en actualizar aspectos clave como la depresión resistente y perinatal, los avances en psicosis, el abordaje de trastornos mentales graves y complejos, así como la prevención del suicidio.

También se abordarán temas como la genética, los trastornos de la conducta alimentaria, la neurobiología del trauma, la psiquiatría infantojuvenil y los trastornos del neurodesarrollo. Además, se actualizarán técnicas de psicoterapia, neuromodulación e inteligencia artificial, con debates sobre la eutanasia, el uso medicinal del cannabis y aspectos legales en la práctica psiquiátrica.

Según la Dra. Díaz Marsá, ponentes destacados como Germán Berríos, Adriana Hermida, Nicole Ellis y el profesor Tobeña participarán en el congreso. También se contará con un Foro Social y un nuevo Foro Asistencial, donde se discutirán los retos de la asistencia psiquiátrica diaria. Para aquellos que no puedan asistir presencialmente, se ofrecerá un track virtual que cubrirá los simposios principales y las sesiones plenarias más relevantes.

La Dra. Díaz Marsá resaltó que el enfoque biopsicosocial del congreso busca integrar los aspectos neurobiológicos, psicosociales y psicológicos para mejorar la integración sociolaboral de las personas con trastornos mentales, eliminando estigmas sobre pacientes y familiares. Asimismo, explicó que se abordará la importancia de los nuevos abordajes para tratar los trastornos de la conducta alimentaria y la necesidad de evitar la cronicidad.

 

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Euskadi, 11,3 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, por encima de la media estatal

Euskadi, 11,3 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, por encima de la media estatal 1359 903 Docor Comunicación

La Dra. Ana González-Pinto, catedrática de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), psiquiatra del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza y miembro de Comité Organizador del Congreso Nacional de Psiquiatría que se celebra en Donostia-San Sebastián, ha explicado durante la rueda de prensa de presentación de la cita médica -organizada por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM)- que “el País Vasco cuenta con 11,3 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, una cifra que nos sitúa por encima de la media española, que es de 9,27“.

Este dato, recogido en el Libro Blanco de la Psiquiatría en España, ha reflejado, según sus palabras, “el esfuerzo por mantener una atención psiquiátrica sólida y accesible para la población”.

Además, ha añadido que “el País Vasco dispone de 11,1 camas en unidades de hospitalización breve por cada 100.000 habitantes.

“Estas cifras permiten responder eficazmente a las necesidades de los pacientes tanto en situaciones de crisis como en sus tratamientos a largo plazo”.

A pesar de estos avances, la Dra. González-Pinto ha subrayado que “es crucial seguir ampliando los recursos en algunas estructuras para estar preparados ante nuevos retos como el envejecimiento de la población y el aumento en la demanda de atención psiquiátrica”.

En cuanto al número de especialistas en el sistema público de salud del País Vasco, ha afirmado que, aunque la región cuenta con una media de plazas superior a la mayoría de las comunidades autónomas, “el principal reto radica en la dificultad para cubrir bajas, vacaciones y permisos por maternidad o paternidad”.

“Esto nos obliga a trabajar de manera muy coordinada entre las diferentes estructuras, algo que también se convierte en una oportunidad para mejorar la eficiencia del sistema”, ha destacado.

Sobre los desafíos para la contratación y retención de psiquiatras, especialmente en áreas críticas como la psiquiatría infanto-juvenil o las adicciones, la Dra. González-Pinto ha explicado que “en psiquiatría infanto-juvenil ya se han tomado medidas, con la formación de especialistas desde hace dos años en el País Vasco”.

En cuanto a las adicciones, ha asegurado que “todos los psiquiatras están preparados para tratar este tipo de patologías, que son muy frecuentes dentro de la patología mental”.

Tiempos de espera y patologías

En lo que respecta al tiempo de espera para una primera consulta en Psiquiatría, la Dra. González-Pinto ha explicado que “varía según el lugar de tratamiento”. En los Centros de Salud Mental (CSM), ha mencionado que la primera cita de enfermería suele tener un tiempo de espera inferior a un mes, y posteriormente se agenda una consulta con el psiquiatra o psicólogo, dependiendo del caso.

“Para los pacientes con código CISR (Criterio de Ingreso Psiquiátrico), el tiempo máximo de espera es de 72 horas, mientras que en Urgencias la atención es inmediata.

Además, en los programas intensivos para trastornos de la conducta alimentaria (TCA), el tiempo de espera ronda los 15 días”, ha puntualizado.

Sobre las enfermedades psiquiátricas más comunes en el País Vasco, la Dra. González-Pinto ha indicado que “la patología depresiva es la más frecuente en las consultas de Psiquiatría, mientras que la ansiedad y la depresión son las más prevalentes también en Atención Primaria”.

En relación con el género, ha aclarado que “las depresiones son aproximadamente el doble de frecuentes en mujeres, mientras que los hombres presentan más trastornos por déficit de atención, psicosis y adicciones”.

“Todo esto tiene matices, porque hombres y mujeres somos diferentes”. Además, ha señalado que “los trastornos de déficit de atención son más frecuentes en la infancia y que las depresiones pueden darse a cualquier edad”.

Infraestructura y modernización

Sobre la infraestructura actual de los servicios de Psiquiatría, la Dra. González-Pinto ha descrito que “se han llevado a cabo obras en hospitales como el de Cruces, donde está prevista la ampliación de su capacidad de hospitalización y atención para prevenir ingresos y facilitar el alta precoz.

Además, se han creado dos nuevas unidades para trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en el Hospital de Galdakao y en el Hospital Universitario de Álava”.

También ha mencionado que se han reforzado los hospitales de día infanto-juveniles en los tres territorios y ha destacado que “en general, los Centros de Salud Mental son accesibles y la mayoría de las instalaciones son relativamente nuevas”.

Innovaciones y retos futuros

La Dra. González-Pinto ha subrayado que, en los últimos años, “se han desarrollado unidades de atención para las primeras fases de enfermedades mentales graves y alto riesgo de psicosis, así como programas para el tratamiento de la depresión uni y bipolar resistente“. También ha afirmado que “se han reforzado los programas infanto-juveniles tanto en consultas como en hospitales de día”.

Además, ha destacado que se ha avanzado en la prevención del suicidio y que han llegado tratamientos innovadores tanto por sus mecanismos de acción como por sus vías de administración.

Para finalizar, ha señalado que “el desarrollo de tecnología y biomarcadores es un reto importante para el futuro, junto con la necesidad de una inversión real en la salud mental”.

 

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Donostia reúne más 1.500 expertos en salud mental en el Congreso Nacional de Psiquiatría

Donostia reúne más 1.500 expertos en salud mental en el Congreso Nacional de Psiquiatría 1359 903 Docor Comunicación

Donostia-San Sebastián reunirá la semana que viene, del 17 al 19 de octubre, a más de 1.500 expertos en salud mental en el XXVII Congreso Nacional de Psiquiatría que tendrá lugar en el Palacio de Congresos Kursaal. Se trata del encuentro más relevante de la Psiquiatría del Estado, siendo el foro de intercambio científico y social de los profesionales de Salud Mental. Está organizado por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM).

La cita científica lleva por lema: Salud Mental, un reto compartido. Lidera la presidencia del Comité Organizador el Dr. Manuel Martín Carrasco, presidente de la SEPSM y presidente del Patronato de la Fundación de Investigación FIDMAG (Hermanas Hospitalarias). Por su parte, el Comité Científico del congreso lo preside la Dra. Marina Díaz Marsá y vicepresidenta de la SEPSM. Es Jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos y Profesora Titular de Psiquiatría de la Universidad Complutense.

En la Dirección de este Comité Organizador también está el presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, el Dr. Víctor Pérez Sola, y director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar de Barcelona.

CNP 2024 WEBSegún destaca el Dr. Martín Carrasco, se trata “un evento médico de primer nivel que tiene como misión crear un verdadero punto de encuentro, donde la actualización constante, el debate profundo y la visión de futuro se unan para enfrentar los retos de la práctica clínica actual”. “Se presentarán los avances científicos más revolucionarios en Psiquiatría, se abordarán los temas más relevantes de nuestra especialidad médica, y las sesiones plenarias estarán lideradas por autoridades de la psiquiatría a nivel mundial”, ha agregado.

De esta forma, el XXVII Congreso Nacional de Psiquiatría de Donostia-San Sebastián abordará, entre otras temáticas: los trastornos del neurodesarrollo, la importancia de cuidar a los profesionales de salud mental, avances en la prevención del suicidio en España, el uso medicinal del cannabis, la aplicación de la inteligencia artificial aplicada en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades psiquiátricas y la ley de eutanasia.

Los especialistas se pondrán al día y conocerán las novedades diagnósticas y terapéuticas en enfermedades como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión y depresión resistente, los trastornos de la personalidad, los trastornos de la conducta alimentaria y los trastornos de la infancia-adolescencia y de la edad geriátrica

Acto organizado para el público general: foro social

Un año más, el Congreso Nacional de Psiquiatría ha organizado un acto para el público general. Se trata del Foro Social, que será la antesala a las tres jornadas de contenido científico. De este modo, los organizadores de esta XXVII edición quieren acercar el mundo de la psiquiatría y la salud mental a la sociedad, creando un espacio de intercambio de experiencias con el objetivo de contribuir a la desestigmatización de los problemas mentales.

El Foro Social tendrá lugar el miércoles 16 de octubre, a las 19.15 horas en la sala 10 del Kursaal con asistencia libre y gratuita hasta completar aforo. La organización a anima a la ciudadanía a acudir.

Intervendrán: Ignacio José Subijana, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco; Mikel Chillida, director de Desarrollo de Chillida Leku; Agustín Erkizia, de la asociación de personas afectadas por el suicidio de un ser querido (Biziraun);Mikel Merino, agente de apoyo mutuo de la asociación guipuzcoana de familiares y personas con problemas de salud (Agifes) y miembro del Comité en primera persona de la Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental  (FEDEAFES)

La mesa estará moderada por la Dra. Ángela Ibáñez Cuadrado, jefa de Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, miembro del Comité Científico del Congreso de Psiquiatría de Donostia; y la Dra. Marina Diáz Marsá.

Foro asistencial

También en la antesala de la apertura de puertas oficial del congreso, previo al Foro Social, tendrá lugar un encuentro entre profesionales dedicados a la salud mental, denominado Foro Asistencial, en el que se abordarán cuestiones de actualidad. Se darán cita relevantes expertos en salud mental. Se trata de un acto para profesionales sanitarios que tendrá lugar el miércoles 16 de 17.00 a 19.00 horas. Será previo al Foro Social.

En concreto, se celebrará el debate titulado “Malestar emocional y trastorno psiquiátrico”, que contará con la moderación del Dr. Manuel Martín y la participación de los ponentes: el Dr. Guillermo Lahera, profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de Alcalá y jefe de sección en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias; el Dr. José Luis Carrasco, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid y jefe de la Unidad de Psiquiatría del HC San Carlos y la Dra. Gemma Parramón, psiquiatra del Hospital Universitario Vall d’Hebron.

También este foro acogerá el debate “Planificación de decisiones anticipadas en salud mental”, moderado por el Dr. Víctor Pérez Sola y con las intervenciones del Dr. Fernando Santander, psiquiatra y miembro del Comité de Ética Asistencial de la Red de Salud Mental de Álava; el Dr. Emilio Rojo, psiquiatra del Asesor Pacto Nacional de Salud Mental de Cataluña; y Hernán María Sampietro, psicólogo y coordinador de Proyectos en ActivaMent Catalunya Associación.

Premios

La Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental entregará sus premios anuales en el acto institucional del XXVII Congreso Nacional de Psiquiatría, que se celebrará el viernes 18 de octubre. Este evento contará con la asistencia de autoridades, cuya confirmación se anunciará próximamente.

Los premios abarcarán diversas categorías, entre ellas: Investigadores Emergentes, Jóvenes Investigadores Acreditados e Investigadores de Referencia del Programa de Excelencia Investigadora, mejor Tesis Doctoral, Innovación Clínica (en las categorías de Programa, Técnica y Unidad Clínica), Trayectoria Profesional, mejor Póster de residente, mejor Póster en Investigación Clínica y dos premios a los mejores Pósteres en Neuropsicofarmacología. Por último, en el congreso se celebrará un concurso sobre guías clínicas en el que 25 participantes responderán a preguntas tipo test mediante un pulsador.

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Las técnicas quirúrgicas en patología oclusiva y aneurismática protagonizan la clausura de la Semana Médica de Bilbao

Las técnicas quirúrgicas en patología oclusiva y aneurismática protagonizan la clausura de la Semana Médica de Bilbao 1359 903 Docor Comunicación

La LI Semana Médica, ciclo de conferencias organizado por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB) y que este año celebra su quincuagésimo primera edición, ha llegado a su fin con una jornada que se ha centrado por completo en los tratamientos avanzados en los eventos cardiovasculares.

Enrique Rodríguez Pardo, cardiólogo de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, actuó como moderador, quien, en la apertura del acto, puso de manifiesto que, en las últimas décadas, los avances en la prevención de las enfermedades cardiovasculares «han sido espectaculares. No solamente en la prevención y control de los factores de riesgo cardiovasculares, sino también en la temática de esta sesión, que es en los tratamientos avanzados de los eventos vasculares a nivel de la patología vascular obstructiva, aneurismática y de la enfermedad cerebrovascular aguda».

«Aunque soy cardiólogo y me he dedicado durante años al diagnóstico y tratamiento de las cardiopatías mediante la realización cateterismos cardiacos», continuó explicando el Dr. Rodríguez Pardo, «no me es desconocido los avances en el tratamiento de otras áreas vasculares, ya que en la Clínica Vicente San Sebastián y luego en la Clínica IMQ Zorrotzaurre soy el responsable de la Hemodinámica no solo cardiaca, sino también a nivel vascular tanto en el diagnóstico y tratamiento de toda la patología vascular tanto periférica, como aneurismática, y también a nivel de la enfermedad cerebrovascular no aguda».

Así, acabada la introducción, el ‘Estado actual de las técnicas quirúrgicas en la patología oclusiva y aneurismática’ fue analizado por Ángel Barba, angiólogo y cirujano vascular de la Clínica IMQ Zorrotzaurre y presidente de sección de Angiología y Cirugía Vascular de la ACMB. En su alocución, valoró que, este campo de las enfermedades cardiovasculares, «lo que menos ha cambiado es la técnica quirúrgica ya que desde la primera endarterectomía carotídea, realizada por De Bakey en 1959 hasta hoy no ha cambiado prácticamente nada. Igual pasa con los by pass con vena safena interna, que desde Kunlin en 1948 hasta hoy se realizan de la misma manera. Finalmente, en el caso de los aneurismas de aorta abdominal pasa lo mismo, ya que desde Dubost, en 1951, se realiza del mismo modo».

Lo que «de verdad» ha cambiado en estos años, en palabras del Dr. Barba, han sido los métodos diagnósticos. Así, aludió a la invención y desarrollo de la aortografía por Dos Santos en 1929, la angiorresonancia magnética nuclear por Dumoulin en 1986 o la angiotomografía computarizada por Arai en 1992».

Pero el mayor avance lo introdujo Seldinger, en 1953, «con su ya famosa técnica tanto para el diagnóstico como posterior tratamiento de patologías aórticas, arteriales periféricas como cardiacas con la utilización de las técnicas endovasculares».

Por último, el Dr. Barba concluyó aludiendo a que, «lógicamente, con el trascurso del tiempo, también se ha avanzado en el campo del instrumental quirúrgico, anestesia y cuidados postoperatorios».

A continuación, los ‘Avances en el tratamiento de la enfermedad cerebrovascular aguda’ fueron expuestos por José M.ª Losada, presidente de la sección de Neurología de la ACMB, neurólogo del Hospital Universitario Cruces y profesor de la Universidad de Deusto.

El tratamiento de la fase aguda del ictus ha cambiado de una manera «espectacular en las últimas dos décadas», declaró el experto. «La atención neurológica continuada, la implantación del Código Ictus, los tratamientos recanalizadores (trombolisis y trombectomía), las unidades de ictus y la neurorehabilitación precoz han conseguido mejorar el pronóstico funcional y vital de gran parte de los casos. Se sigue investigando para ofrecer mejores alternativas a los pacientes».

Por último, la especialista del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario Galdakao-Usansolo, June Blanco, puso el colofón a las jornadas con la ponencia ‘Estado actual del tratamiento endovascular de la patología arterial obstructiva y aneurismática’. Según dijo, «la cirugía endovascular lleva años revolucionando el tratamiento tanto de la patología obstructiva como la aneurismática en las arterias», para a continuación dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿qué la diferencia de la cirugía convencional?, ¿cuándo se dice que es de primera elección? y ¿cuáles son los últimos avances?

La Semana Médica es una iniciativa formativa que organiza la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, que cuenta con la colaboración del departamento de Salud del Gobierno Vasco, Osakidetza, la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Deusto, así como con el patrocinio del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ).

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