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Se necesitan más unidades específicas de dolor infantil para hacer frente a la alta demanda

Se necesitan más unidades específicas de dolor infantil para hacer frente a la alta demanda Docor Comunicación

Hasta el 37% de los niños y niñas pueden tener dolor crónico alguna vez en su vida, una prevalencia muy alta que necesita de más unidades de dolor específicas para esta población, como las de adultos, para hacer frente a la demanda. Para ello, es necesario apostar por una mayor formación y especialización de los profesionales sanitarios en este campo, que conlleve a la extensión de unidades de este tipo porque escasean en España.

Esta necesidad se ha dado a conocer durante una mesa del 59º Congreso de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y 1er Congreso Iberoamericano de Rehabilitación, que se ha celebrado recientemente en Murcia.

En la mesa participaron: la Dra. Beatriz de la Calle García, médico rehabilitador del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid; la Dra. Mercedes Martínez Moreno, médico rehabilitador del Hospital La Paz de Madrid y presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación Infantil (SERI); la Dra. Elena Álvarez Sánchez, psicóloga clínica del Hospital Clínico Universitario de Valladolid; y la Dra. Ana Belén Vega López, médico rehabilitador en el Hospital Universitario de León. De forma telemática, también ha participado la Dra. Verónica Silvana Matassa, presidenta de la Sociedad Argentina de Medicina Física y Rehabilitación.

Como punto de partida, las expertas han explicado que el dolor crónico es cualquier tipo de dolor que va más allá de los tres meses y que no se resuelve de forma satisfactoria con los tratamientos médicos habituales. Este dolor crónico puede estar asociado a enfermedades de larga duración como las enfermedades reumáticas u oncológicas, pero también a cirugías, problemas musculoesqueléticos y otros que no tienen un origen claro.

Durante su intervención, la Dra. Beatriz de la Calle García ha evidenciado la importancia de “hacer visible el dolor crónico infantil porque vemos niños en la consulta vienen ya después de haber estado dando vueltas de un lado a otro, parecido a lo que les sucede a los adultos, sin saber lo que les pasa. Como médicos rehabilitadores infantiles, nos importa mucho evitar que ese proceso de abordaje de dolor crónico se ralentice. Se sabe, además, que las experiencias dolorosas en niños desde los primeros años de vida influyen para la vivencia del dolor en la adolescencia y en la edad adulta”.

Así, la experta ha desgranado la importancia de “un abordaje rápido porque el dolor crónico afecta a todas las esferas: familia, colegio… y la sociedad y el sistema sanitario no son muy conscientes de la cantidad de niños que hay con dolor crónico. Erróneamente se cree que los niños no tienen dolor”. “No se reconoce que existe y hay que preparar el sistema con la formación y especialización de los pediatras de Atención primaria, que son los que están en contacto más cercano con los niños y niñas”.

Por su parte, la Dra. Mercedes Martínez Moreno, ha afirmado que en este abordaje “es fundamental el trabajo multidisciplinar, con un equipo formado por un médico de rehabilitación, el equipo de psiquiatría-psicología, anestesiólogos especialistas del dolor, y el equipo de los medios de la unidad del dolor que van a apoyar el tratamiento farmacológico”.

El tratamiento no puede hacerse una forma aislada. Debe hacerse a la vez con un abordaje multidisciplinar para no perpetuar el dolor. Además, los pacientes y los familiares forman una parte importantísima”, ha aseverado la presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación Infantil.

En este contexto, la experta ha hecho hincapié en que “tratar el dolor crónico de una manera solamente física o psicológico es hacer una interpretación demasiado banal” y ha señalado que “tenemos problemas para atender a esta población porque realmente las unidades de dolor infantil son contadas con una mano. Las unidades del dolor en adultos están mucho más extendidas, pero no la parte de la unidad del dolor infantil. Hay mucha dificultad para que los niños tengan acceso a estos tratamientos. Cuando llegan, son niños que han tenido un periplo para varias unidades, tratamientos, y llegan ya de una forma desesperada”.

IMPORTANCIA DE LA PARTE EMOCIONAL

Por otro lado, la Dra. Elena Álvarez Sánchez, psicóloga clínica del Hospital Universitario de Valladolid, ha lamentado que “la idea general que se tiene es que un niño que le duele responde con unas emociones concretas. Pero la cuestión del dolor crónico es comprender que el dolor en sí mismo supone una emoción concreta y una respuesta concreta”.

“Por lo tanto, un niño con dolor crónico es un niño que sufre y una familia que sufre. No es un cuerpo a rehabilitar. Sino que es una persona a la que acompañar en la recuperación de una vida que en un momento determinado ha sido truncada, la del niño y la de todo su entorno”, ha detallado.

De esta forma, la experta ha afirmado que “el problema del dolor crónico es que el dolor consiste en una limitación, un sufrimiento a todos los niveles y hay que reconocer el sufrimiento en los niños. Los niños que sufren son niños que molestan. Hay que poner el foco cuando ocurre un hecho (un trauma) y la respuesta del dolor ya desborda la parte emocional y la respuesta empieza a ser desadaptativa para la vida del niño o familia”.

NEURONAS ESPEJO

Por último, la Dra. Ana Belén Vega López, médico rehabilitador en el Hospital Universitario de León, ha puesto el foco en las neuronas espejo para el tratamiento dolor, que “son las neuronas que tenemos en la corteza promotora del cerebro que se activan con estímulos visuales. Son la base de los tratamientos de rehabilitación que se basan en la neurofisiología. Se basan en cómo funciona el cuerpo y viene a unir el cuerpo y la mente”.

Cuando haces un ejercicio, un movimiento, tiene una representación en tu mapa cerebral que va a crecer en función de cómo lo usas y en función de la experiencia. Y cuando tienes un problema de dolor se hace más pequeña la zona porque no la mueves porque te duele, y crece en otras zonas que sí se mueven. De esta forma, puedes usar esa capacidad de las neuronas cognitivas para mejorar dicha zona afectada por el dolor”, ha concluido.

 

¿Se puede volver a conducir tras un daño cerebral por un ictus?

¿Se puede volver a conducir tras un daño cerebral por un ictus? Docor Comunicación

El Hospital Aita Menni, centro de referencia del País Vasco en el tratamiento del daño cerebral, y la Jefatura Provincial de Tráfico de Bizkaia (Dirección General de Tráfico), han presentado una guía pionera sobre las cuestiones a tener en cuenta antes de volver a conducir vehículos a motor.

La guía ha sido presentada recientemente con motivo de la celebración del Día del Daño cerebral Adquirido por el jefe de Servicio de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni, el Dr. Ignacio Quemada, y la jefa provincial de Tráfico de Bizkaia, Esther Martí, quienes han destacado que el documento “será una gran ayuda para todas aquellas personas que, tras un daño cerebral, quieren volver a conducir y desconocen cuáles son los pasos a seguir y los requisitos legales y clínicos en este campo”. En la presentación también ha estado Jon Gabiña, persona que sufrió un ictus y que a pesar de sus problemas de movilidad ha conseguido volver a conducir.

El documento cuenta con el aval de la DGT y de la Sociedad Española de Medicina de Tráfico. En la elaboración de la guía ha participado la autoescuela Irrintzi, empresa con una dilatada experiencia en la adaptación de vehículos y en la formación en conducción de vehículos para personas con discapacidad.

Se trata de una guía informativa dirigida a personas que han sufrido un daño cerebral, a sus familiares y a los profesionales. La Guía se puede descargar de la página web del Hospital Aita Menni accediendo a este enlace o mediante el código QR.

En primer lugar, el Dr. Quemada ha afirmado que “alrededor de 20.000 vascos padecen daño cerebral adquirido, que es la consecuencia de una lesión cerebral sufrida a lo largo de la vida, siendo las causas más habituales los ictus y los traumatismos cráneo-encefálicos”. “Los ictus están experimentando una auténtica revolución terapéutica en esta última década con la irrupción de nuevos tratamientos en la fase aguda y los traumatismos han visto moderada su incidencia por la reducción de los accidentes de tráfico desde comienzos de este siglo. Los accidentes laborales y deportivos son, después de los accidentes de tráfico, las causas más graves de traumatismos craneales”, ha desgranado.

El experto del Hospital Aita Menni ha indicado que las secuelas de un daño cerebral son “múltiples y, dependiendo de la gravedad y de la zona afectada, se manifiestan en trastornos de la movilidad, problemas de comunicación, déficit cognitivos y alteraciones emocionales y de la conducta. Esta combinación de secuelas imposibilita la realización de alguna actividad básica de la vida diaria en un 60% de los casos y la discapacidad severa o total en un 45%”.

Secuelas que afectan a la capacidad de conducción

En esta línea, ha detallado que “las secuelas motoras, la epilepsia, las alteraciones sensoriales y los cambios cognitivo-conductuales son los que pueden afectar a la capacidad para conducir”. “Las secuelas motoras, la hemiplejia por ejemplo, se reconoce con facilidad y trasmite una falsa impresión de imposibilidad para la conducción. Sin embargo problemas visuales, como la visión doble, o las alteraciones de la atención pueden ser más discapacitantes para conducir, aunque más difíciles de reconocer”.

“En relación a los procesos cognitivos la fatiga, la ralentización en el procesamiento de la información, la heminegligencia (inatención de un hemicampo visual), las dificultades para alternar o dividir la atención son ejemplos de procesos que requieren de una cuidadosa evaluación. También la orientación espacial o topográfica, la estimación del riesgo y la conciencia sobre las propias capacidades son muy importantes para una conducción segura”, ha subrayado.

En este contexto, el jefe de Servicio de Daño Cerebral ha afirmado que “muchas más personas de las que los médicos pensábamos pueden volver a conducir. Es necesaria una valoración rigurosa y un proceso de rehabilitación y de reentrenamiento”.

“Un alto porcentaje de personas con secuelas motoras de un ictus pueden volver a conducir con una buena rehabilitación y un entrenamiento en la conducción de vehículos. También suele ser necesaria una adaptación del vehículo que ha de hacerse en talleres especializados”, ha subrayado el Dr. Quemada.

Marco legal

Por su parte, la jefa provincial de Tráfico de Bizkaia ha afirmado que la conducción de vehículos “es una de las actividades instrumentales de la vida diaria que identificamos con nuestra propia autonomía y libertad. Por tanto, no es de extrañar que una de las aspiraciones más comunes tras sufrir un daño cerebral, o cualquier otro tipo de enfermedad grave, sea la de volver a ponerse al volante”.

En este contexto, ha considerado que “la guía será una herramienta muy útil para las personas que han sufrido un ictus o alguna otra forma de daño cerebral porque existe desconocimiento en este campo y el documento trata de clarificar estas cuestiones”. “Como punto de partida es necesario saber que el Reglamento General de Conductores establece que la vigencia del permiso de conducir está condicionada a que el conductor mantenga los requisitos que se le exigieron en el momento en el que se concedió”, ha agregado.

“Por tanto, si se produce la pérdida de alguna capacidad física o cognitiva es necesario una revisión médico-psicológica para saber si se puede seguir conduciendo con el permiso que había obtenido en su momento, o si por el contrario es necesaria alguna limitación, adaptación o restricción”, ha descrito.

Martí ha continuado su explicación haciendo enfásis en que “muchos ictus y muchas lesiones cerebrales modifican claramente las capacidades y aptitudes”. “Así, en el anexo IV del Reglamento General de Conductores se especifica qué enfermedades y deficiencias son causa de denegación, adaptación o restricciones de circulación en la obtención o prórroga en el permiso de conducción”, ha agregado.

“En el caso de las enfermedades cerebrovasculares, debe transcurrir al menos 6 meses sin síntomas neurológicos desde el último accidente isquémico. Asimismo, deben pasar 12 meses desde que se establecen las secuelas del infarto o hemorragia cerebral. En la fase de secuela, no debe existir disminución importante de las funciones cognitivas, motoras, sensitivas, sensoriales o de coordinación o movimientos anormales de la cabeza, tronco o extremidades, que puedan interferir en el adecuado control del vehículo”, ha señalado.

Reaprender a conducir

Por último, la Jefa Provincial de Tráfico de Bizkaia ha destacado que “las evaluaciones de la capacidad para conducir corresponden a los centros de reconocimiento de conductores”. “La DGT tiene desarrollado un protocolo para la concesión del carnet de conducir de personas que vuelven a conducir, con adaptaciones o sin ellas, tras un problema grave de salud que haya afectado a las capacidades como conductor. Cada vez existen más autoescuelas con experiencia en la formación de personas con discapacidad que necesitan adaptar su vehículo por algún tipo de limitación”.

Cinco consejos para cuidar a una persona dependiente

Cinco consejos para cuidar a una persona dependiente Docor Comunicación

cuidar-cuidador-dependientesEstela Muñoz Sánchez | Psicóloga general sanitaria

Cuidar es una tarea costosa de mucha responsabilidad que con frecuencia genera una importante carga física, psíquica y emocional. Para que esta tarea de cuidar no se convierta en una situación extrema de cansancio que afecte negativamente a la persona cuidadora y, por ende, a la persona cuidada, puede ser de mucha ayuda seguir cinco recomendaciones básicas y sencillas. Detrás de cada persona dependiente que necesita cuidados, se halla la figura de un cuidador que también necesita cuidarse y que lo cuiden.

 

1. Buscar información

Es necesario informarse sobre los recursos que puedan cubrir las necesidades de la persona dependiente: asociaciones, ayudas económicas o desde el ámbito institucional o, en el caso del País Vasco, servicios de asesoramiento como IMQ Ayuda. Es de mucha ayuda buscar información sobre la enfermedad que padece la persona a la que se cuida; eso ayudará a afrontar mejor el cuidado y a conocer las posibilidades de reinserción a la vida cotidiana. Si la persona requiere de la realización de transferencias (por ejemplo, pasar de la cama a una silla de ruedas) y cambios posturales, solicita asesoramiento sobre pautas en higiene postural para evitar daños físicos en ambos.

2. Organización del tiempo

Cuando las tareas a realizar son muchas, hay que marcarse objetivos a corto plazo para ir obteniendo pequeños logros. Programar las tareas a realizar por orden de importancia y pensar en alternativas con antelación, permiten estar más preparado ante situaciones complejas que puedan surgir. No hay que olvidar que la opinión del familiar cuenta, por lo que siempre que sea posible, es importante que consultar los cambios con él.

3. Aprender a pedir ayuda

Reconocer que en ocasiones se necesita ayuda no es un signo de debilidad; al contrario, hará más eficaz en el cuidado. El cuidado de una persona es una situación difícil; por lo que es normal expresar y experimentar sentimientos desagradables. Pedir lo que se necesita, dejarse ayudar por otros familiares y profesionales y valorar la ayuda recibida entendiendo que una forma de realizar las tareas no es la única válida. Siendo flexible con los demás, se consigue más fácilmente que colaboren en lo que se les pide. Es cierto que no se puede obligar a nadie a asumir la responsabilidad del cuidado de otro; en ese caso, hay que aceptar la libertad del otro y apoyarse en otras personas, recursos sociales y asociaciones.

4. Poner límites

Es necesario establecer límites con la persona que se cuida ante sus demandas excesivas o inapropiadas y decir “no” ante peticiones no urgentes. También es importante fomentar la independencia de la persona dependiente dejándole hacer lo que sabe hacer, integrándola en las tareas. La mayor ayuda para ambos es fomentar su autonomía. Además, es bueno conocer los propios límites y poner freno a la propia autoexigencia. Hay que concentrarse en lo que se puede hacer, y no solo en los fallos.. No existe el cuidador perfecto.

5. Hábitos de vida saludable

Hay que prestar atención al descanso y a la calidad de la alimentación. A veces, el cansancio por el exceso de tareas lleva al aislamiento. Hacer una lista de las “válvulas de escape” y dedicar algo de tiempo a hacer actividades que gusten (pasear, leer, practicar aficiones, ir al cine, hacer deporte, tomar un café con amigos…) es lo recomendable. Hay que dedicarse ese tiempo sin prisas, sin sentimiento de culpa por descansar.

 

Retos en pediatría: menores no acompañados y niños en pateras

Retos en pediatría: menores no acompañados y niños en pateras Docor Comunicación

La situación y dificultades de los menores extranjeros no acompañados (MENAS) y las mujeres e hijos migrantes han protagonizado la cuarta y última jornada de la XLVIII Semana Médica Pediátrica de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB). Respecto al primer tema, Javier Galparsoro, abogado especialista en Derecho de Extranjería, Asilo y Nacionalidad y presidente de la Comisión de Ayuda al Refugiado de Euskadi (CEAR Euskadi), ha querido destacar en la cita que “los menores extranjeros no acompañados son abandonados al cumplir la mayoría de edad en la misma o peor situación que a su llegada”.

La cita final de esta Semana Médica Pediátrica de la ACMB se ha centrado en el malestar durante las primeras etapas de la vida. En palabras de Jesús Rodríguez Ortiz, presidente de la Sección de Pediatría de la ACMB y gran impulsor de este evento médico, “esta situación se ha reflejado a través de las experiencias de los servicios sociales, de mostrar el sufrimiento de los menores separados de sus familias y de aquellas madres que junto a sus hijos tratan de buscar una vida mejor a través de un viaje en patera”. El encuentro ha contado con la participación de Hilaria Vianeke, trabajadora social dedicada a la atención humanitaria de mujeres y el ya mencionado Galparsoro.

Menores Extranjeros No Acompañados

Así, en cuanto a la situación de los menores no acompañados, Galparsoro ha reflexionado en un primer momento sobre el propio término MENA. Para el especialista este acrónimo debe abandonarse de inmediato, ya que es “indigno, estigmatizante y se asocia con frecuencia a contextos de delincuencia juvenil”. Además, ha recordado que estos jóvenes, antes que extranjeros, son niños o menores y que, por tanto, deberían ser acogidos y tratados como tal.

Sin embargo, tal y como ha relatado el presidente de CEAR Euskadi, la situación a la que se enfrentan estos jóvenes es mucho más complicada. “A su llegada se topan con una presunción falsa e intencionada sobre su edad que desemboca en pruebas médicas erróneas, precipitadas y tendenciosas. Además, cabe destacar el incumplimiento grosero y masivo de leyes, reglamentos y directivas nacionales y europeas sobre estos jóvenes que llevan a cabo policías, fiscales y jueces a la hora de documentarles y tutelarles”.

Madres e hijos de pateras

Las madres que tratan de buscar un futuro mejor a través de un viaje en patera han sido otras de las grandes protagonistas de esta sesión. Vianeke ha indicado que “la situación de migrante para las personas adultas es muy complicada, ya que en muchos casos supone un contexto de exclusión social y económica. Se enfrentan, entre otras situaciones, a empleos precarios, trata y explotación sexual, vivir sin techo, etc. Solo hay que imaginar el reto que supone sobreponerse a esas dificultades con menores a su cargo”.

La trabajadora social ha querido recalcar que “muchas mujeres están criando a sus hijos e hijas en situaciones de extrema necesidad. Es de vital importancia que, como sociedad, protejamos a las madres migrantes (de esta manera también se protegerá a los menores); las acompañemos durante la crianza y las ayudemos a conocer el sistema vasco de salud. El objetivo final es que todos los menores gocen del mismo acceso a la salud y a los cuidados”.

 

Las enfermedades crónicas, graves y complejas no entienden de edad

Las enfermedades crónicas, graves y complejas no entienden de edad Docor Comunicación

Especialistas en pediatría del Hospital Universitario Cruces (HU Cruces) y el Hospital Universitario Basurto (HU Basurto) han reflexionado sobre la salud infantil y la atención interdisciplinar en la jornada inaugural de la XLVIII Semana Médica Pediátrica de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB). Los pediatras han compartido diversas experiencias que se han desarrollado en ambos centros hospitalarios para que, a partir de esta conjunción de iniciativas y proyectos, se pueda mejorar la atención de las niñas, niños, adolescentes y sus familias. Las enfermedades crónicas, graves y complejas no entienden de edad.

Ricardo Franco, presidente de la ACMB, junto a Jesús Rodríguez, presidente de la Sección de Pediatría de la ACMB y gran impulsor de esta cita, han inaugurado esta Semana Médica que lleva por lema ‘La pediatría, aquí comienza todo’ y han presentado las exposiciones y ponentes. La cita ha contado con la participación de Itziar Astigarraga, jefa del servicio de Pediatría del HU Cruces, Sara Ansó e Izaskun Asla, ambas pediatras de la Sección de Neonatal-Medicina-Perinatal del HU Cruces, Ana Aguirre, de la sección de Neonatología del HU Basurto, Rosa Rodríguez, enfermera clínica de la Unidad Neonatal del HU Cruces y Susana Tato, supervisora de la Unidad Neonatal del mismo centro, Helena Lorenzo, de la sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Infantil del HU Basurto y Elisa Garrote, jefa de servicio del HU Basurto.

La importancia de un especialista

Astigarraga ha comenzado su intervención afirmando que “los niños y adolescentes tienen el mismo derecho que los adultos a ser atendidos por pediatras especialistas en las diferentes áreas (cardiólogos, nefrólogos, oncólogos, etc.) cuando presentan problemas de salud complejos en los diferentes órganos o sistemas”.

Acto seguido, ha destacado la importancia del trabajo en coordinación con los pediatras de Atención primaria (AP) y ha insistido en la necesidad de trabajar en red con pediatras especialistas de otros hospitales y participar en iniciativas internacionales. Además, la pediatra ha indicado que, para alcanzar una atención de la máxima calidad, “es clave mantener un equilibrio entre una una visión integral y humanizada. Los pediatras mantienen una visión global del niño y adolescente e integran los aspectos relacionados con la salud desde el punto de vista físico, emocional y social”.

Enfermedad grave en la infancia

Por su parte, Helena Lorenzo ha recordado que “las enfermedades crónicas, graves y complejas, no entienden de edad. Aunque resulte duro, hay niños, niñas y adolescentes que sufren parálisis cerebral grave, síndromes genéticos y cromosomopatías, patologías neuromusculares y otros tipos de afecciones degenerativas. Sin embargo, el hecho de que sufran una discapacidad y vivan en situaciones de dependencia de sus familiares y cuidadores, no les resta la posibilidad de vivir una vida plena”.

“La Consulta Multidisciplinar Pediátrica del Hospital Universitario Basurto nació en 2015 y reunió a pediatras de distintas especialidades hospitalarias (neurología, gastroenterología y nutrición, neumología, pediatría interna hospitalaria, cardiología y hematología), traumatólogos infantiles y médicos rehabilitadores para tratar de dar respuesta a las necesidades que las familias de estos niños transmitían”, ha explicado Lorenzo.

El objetivo de ese nuevo sistema que implantaron, tal y como ha indicado la especialista, es “mejorar la calidad de vida de estos niños y sus familiares mediante una atención coordinada, integrada y centrada en las personas que redujese su peregrinaje habitual por el sistema sanitario”.

Una atención integral

Elisa Garrote, ha explicado cómo, gracias a los esfuerzos realizados por los distintos profesionales sanitarios, pediatras hospitalarios y de AP, educadores y los servicios sociales, se han detectado múltiples oportunidades de mejora a la hora de atender a los niños con necesidades especiales de atención y cuidados. Estas posibilidades iban desde una mayor atención a los factores psicológicos y sociales, hasta una mejora en la coordinación de los servicios ofrecidos por los espacios sanitario, social y educativo.

Para mejorar en esta línea, tal y como ha relatado Garrote, “se comenzó a trabajar en un proceso de atención integrada a niños y niñas con necesidades especiales (PAINNE) donde colaboraron profesionales implicados en los tres ámbitos ya mencionados y el Tercer Sector. Este trabajo en común culminó en la Guía PAINNE Bizkaia 2017 y la Guía 2020 de Buenas prácticas para una atención integrada en procesos específicos. Además, en el año 2015 se creó un Equipo piloto de Valoración de la Atención Integral al paciente pediátrico crónico complejo (EVAI)”.

“Gracias a estos proyectos se ha conseguido, una vez identificadas las necesidades de familias y profesionales, adoptar una forma de trabajar que supone un cambio de paradigma en el modelo de atención y la forma de relacionarnos con las familias y los profesionales de distintos sistemas e instituciones”, ha indicado Garrote.

Lactancia materna y seguridad

Sara Ansó e Izaskun Asla han identificado como una labor fundamental del Área de Maternidad, “garantizar la inseparabilidad madre-hijo. Esta unión entre ambos es fundamental para establecer el vínculo materno-filial y la instauración de la lactancia materna”. Para ambas especialistas, “favorecer esta práctica de manera segura, mediante protocolos y guías de atención específicas, debe considerarse una buena práctica clínica”. “El personal asistencial y las instituciones deberían favorecer programas de atención conjunta, a través de la promoción de medidas médico-clínicas y administrativas, para que esta práctica pueda establecerse de manera segura en cualquier Área de Maternidad”, han concluido.

La neonatóloga Ana Aguirre ha presentado a continuación las estrategias para proteger la lactancia materna en la atención perinatal y ha destacado la responsabilidad compartida para promover la lactancia por su beneficio para la salud, tanto de las madres como de los recién nacidos. El equipo de enfermería de la Unidad Neonatal de Cruces ha presentado diversas iniciativas para mejorar la seguridad en la atención a los recién nacidos. Por último, Rosa Rodríguez ha mostrado las buenas prácticas que han permitido reducir de forma considerable las infecciones entre los recién nacidos ingresados y que han sido premiadas por el Ministerio de Sanidad.

Demorar la hora de acostarse tiene efectos negativos sobre la adquisición de memoria

Demorar la hora de acostarse tiene efectos negativos sobre la adquisición de memoria Docor Comunicación

El sueño contribuye a la formación de la memoria de las personas de dos formas complementarias. Dormir bien facilita, por un lado, la adquisición de nuevas memorias al día siguiente y, por otro, que las memorias recién adquiridas perduren y puedan integrarse en un cuerpo de conocimiento más amplio. Por el contrario, dormir poco o tener un sueño muy fragmentado, no sólo dificulta la adquisición de nueva información, sino que también favorece la formación de falsas memorias.

“Supongamos que estamos pagando en la caja de un supermercado y que establecemos una conversación con la cajera en su primer día de trabajo. Si hemos dormido bien la noche antes de este encuentro y también la noche después, es posible que si nos volvemos a encontrar a esta misma persona un mes más tarde en un bar no tengamos ningún problema en reconocerla y en recordar el lugar donde la vimos por primera vez. Si, por el contrario, no hemos dormido bien en alguna de estas dos noches, lo normal es que su cara nos sea familiar, pero que seamos incapaces de recordar el lugar donde la conocimos”, ejemplificó la doctora Mercedes Atienza, catedrática de Fisiología de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y miembro del Grupo de Trabajo Cognición y Sueño de la Sociedad Española del Sueño (SES).

Durante su ponencia ¿Cómo afecta la pérdida de sueño a la codificación y posterior consolidación de la memoria?, enmarcada dentro del programa de la XXIX Reunión Anual de la SES, que se celebró la semana pasada en formato virtual, la experta recordó que existen muchas evidencias que sugieren que “alterar el sueño de una sola noche tiene efectos negativos sobre la adquisición y posterior consolidación de la memoria, sobre todo cuando las memorias recién adquiridas no son fuertes”. Concretamente, explicó Atienza, un estudio liderado por el Laboratorio de Neurociencia Funcional de la Universidad Pablo de Olavide ha demostrado que el simple hecho de demorar la hora de acostarse puede dificultar la capacidad para adquirir nuevas memorias al día siguiente, así como su posterior consolidación.

“Esto resulta especialmente preocupante si tenemos en cuenta que es una práctica muy común en los niños en los días de colegio, en los adolescentes los fines de semana, y en los jóvenes tanto en los fines de semana como en las noches que preceden a un examen. Y, también, por supuesto, cada vez es una práctica más habitual entre la población adulta, que ha tomado por norma llevarse el trabajo a casa y restarle tiempo al sueño”, argumentó antes de recordar que, aunque se tienda a pensar que se puede recuperar parte del sueño perdido en la siesta o en los fines de semana, “las evidencias indican que el efecto negativo de la pérdida de sueño sobre la memoria podría ser irreversible”.

El impacto de la falta de sueño en la salud cerebral

Además de esta incapacidad para generar y consolidar nuevas memorias, la doctora Mercedes Atienza explicó que la pérdida crónica de sueño puede aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer: “Los mecanismos que sustentan esta relación son múltiples y muy complejos, y quizás por eso sea difícil transmitir el mensaje a la población general. Pero si simplificamos mucho el discurso, podríamos decir que el sueño es un momento favorable para eliminar sustancias que son nocivas para el cerebro y que contribuyen a la fisiopatología que subyace a la enfermedad de Alzheimer. El sueño también es un momento propicio para resetear el cerebro y prepararlo para adquirir nueva información al día siguiente, y es un momento óptimo para reactivar de forma espontánea la información que hemos adquirido durante el día, facilitando así su consolidación”.

Por otra parte, como añadió la catedrática de Fisiología, dormir poco (pero también mucho) puede favorecer otros procesos que también son nocivos para la salud en general y para la salud cerebral en particular. En concreto, según Atienza, tanto el déficit como el exceso de sueño facilita procesos de inflamación y de resistencia a la insulina a nivel sistémico que aumentan el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico, lo que a su vez también contribuye al envejecimiento cognitivo y al Alzheimer.

En un momento en el que parece haber calado entre la población la necesidad de instaurar en sus vidas hábitos saludables como el ejercicio físico y una buena alimentación, Mercedes Atienza considera que como sociedad aún no somos conscientes de la importancia de otro hábito saludable como es el buen descanso, sobre todo por su impacto sobre nuestra salud a largo plazo. “A la gente le preocupa dormir mal por las consecuencias directas que tiene sobre su rendimiento físico, cognitivo y emocional al día siguiente. Sin embargo, la mayoría parece creer que la única solución es tomar fármacos. Es fundamental, que al igual que hacemos en otras esferas de nuestra vida, aprendamos a adquirir hábitos saludables de descanso”, concluyó.

El uso de pantallas interfiere en el descanso y en la adquisición de hábitos saludables de los adolescentes

El uso de pantallas interfiere en el descanso y en la adquisición de hábitos saludables de los adolescentes Docor Comunicación

Diferentes investigaciones realizadas en la última década han demostrado que el déficit de sueño es un problema importante de salud en la adolescencia. Como causa de esa problemática, expertos en medicina del sueño señalan al síndrome de retraso de fase, un trastorno del ritmo circadiano frecuente en la adolescencia que provoca una dificultad en la conciliación del sueño, así como una dificultad para levantarse por la mañana; y la falta de sincronía de los ritmos cronobiológicos de los adolescentes con los horarios lectivos o de actividades extraescolares -especialmente de índole física- (que empiezan muy pronto y acaban muy tarde, respectivamente).

Además, en los últimos años se ha objetivado un incremento en el uso de dispositivos electrónicos (pantallas) especialmente a últimas horas del día, el conocido como vamping tecnológico. Sin embargo, según los resultados de un estudio realizado al final del confinamiento de los meses de marzo, abril y mayo de 2020 y presentado durante la celebración de la XXIX Reunión Anual de la Sociedad Española de Sueño (SES), el uso de pantallas en horario nocturno no tiene un impacto tan significativo sobre el sueño de los adolescentes.

“Los resultados han sido muy interesantes porque, tal como esperábamos, el aislamiento social, el aprendizaje mediante métodos on-line, así como los horarios más flexibles comportaron un incremento significativo en el uso de dispositivos electrónicos y un retraso en el inicio y el fin del sueño. Este aumento en el uso de pantallas se asoció a una dificultad para conciliar el sueño y a otros hábitos no saludables. No obstante, y contrariamente a lo que cabría esperar, no se puede atribuir al vamping tecnológico, ya que no se objetivó un incremento de este fenómeno”, ha explicado la doctora Marta Moraleda, investigadora principal de este estudio y miembro del grupo de trabajo de Pediatría de la SES.

El estudio recopiló las respuestas a un formulario de 57 preguntas de 265 padres cuyos hijos tenían entre 10 (5º de primaria) y 18 años (13,6 de media de edad), eran estudiantes en activo durante el curso 2019/2020 y estuvieron confinados en sus hogares durante la primera ola de la pandemia desatada por la COVID-19. En todos los participantes se analizaron tres variables principales tanto antes como durante el confinamiento. Por un lado, los patrones de Sueño (latencia, hora de irse a la cama/levantarse, despertares, siestas); por otro, el uso de dispositivos electrónicos (horas al día, tipo y horarios) y, por último, otros hábitos saludables como la exposición a luz solar, la dieta o la actividad física. Las cuestiones relacionadas con las variables principales incluyeron una doble pregunta sobre la situación previa al confinamiento y durante el confinamiento.

Según los resultados del estudio, durante el confinamiento, los adolescentes a los que les costaba más de una hora quedarse dormidos pasaron del 2,3% al 17%. Un incremento significativo que también se apreció en otras variables del sueño, como el retraso en el horario de inicio y de fin del sueño, especialmente evidente entre semana. Así, los adolescentes que se iban a dormir después de las 12:30 de la noche en días laborables pasaron de ser apenas el 3,4% antes del confinamiento a representar más del 32% durante las semanas de encierro; mientras que el porcentaje de jóvenes que se levantaban más tarde de las 9:45 entre semana se disparó un 30%. Todo ello generó un incremento también significativo de la hipersomnolencia diurna, que pasó del 28% al 34,4%.

No obstante, esa dificultad para conciliar el sueño y el retraso a la hora de irse a la cama no se pueden atribuir directamente al incremento de la práctica del vamping durante el confinamiento. Y es que, si bien es cierto que hubo un incremento sustancial en el uso de pantallas (los adolescentes que las usaban más de cuatro horas al día pasaron del 12,8% al 75,1%), éste uso se repartió durante el día, disminuyendo su frecuenta en el horario nocturno (antes y después de la cena y en la cama). “Esta es una variable interesante porque demuestra, por un lado, que cuando nos quitan los horarios cambia toda la distribución de nuestros hábitos; y, por otro, que el uso de pantallas por la noche no es la única causa de que los adolescentes duerman menos, sino que hay otros factores a tener en cuenta”, ha argumentado Moraleda.

Más pantallas, menos hábitos saludables

En ese sentido, la investigadora principal del estudio ha señalado que el incremento en el número de horas de uso de pantallas durante el confinamiento se asoció a un retraso en el inicio del sueño y a otros hábitos no saludables, como la exposición a luz solar o la actividad física.

Así, en el estudio se comprobó que uno de cada cuatro adolescentes no se expusieron durante el día a la luz solar, que uno de cada cinco no realizaban ninguna actividad física, y que el 25% de ellos aumentaron de peso durante el confinamiento, una etapa en la que a su vez hubo un considerable incremento de la ingesta de dulces (+20%) -también tras la cena (del 6,8% al 14,3%)-, todos ellos hábitos que tienen un impacto directo sobre el descanso.

Se habla mucho de pantallas y adolescentes, pero el déficit de sueño de este grupo de población no se puede simplificar así. Lo que hemos visto en este estudio realizado tras el confinamiento es que, a medida que aumenta el uso de pantallas, los adolescentes tenían menos exposición a la luz, hacían menos ejercicio físico, ganaban más peso y, a su vez, les costaba más dormir. Es decir, que cuanto más tiempo se pasa ante las pantallas, más se descuidan el resto de hábitos saludables que influyen en nuestro sueño. Además, no hemos de olvidar factores que influyen negativamente en el sueño de los adolescentes como el retraso del ritmo circadiano o la falta de sincronía entre los horarios lectivos y los ritmos cronobiología en esta época de la vida”, ha concluido Marta Moraleda.

 

Los tres primeros años del niño son clave para su futura autoestima y educación

Los tres primeros años del niño son clave para su futura autoestima y educación Docor Comunicación

La atención y cuidados que reciben los bebés durante sus primeros tres años de vida son clave para su futura autoestima y educación. La forma de ser propia de cada individuo se define en gran medida por los estímulos y aprendizajes propios de esta etapa. Por todo ello, Jesús Rodríguez Ortiz -pediatra y presidente de la Sección Pediátrica de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB)– ha querido destacar durante su intervención en la XLVIII Semana Médica Pediátrica de la ACMB que “dar el valor que se merece a la crianza es una auténtica inversión de futuro para la sociedad. Durante estos primeros años, los padres y madres deberían poder criar a sus hijos de forma relajada y disfrutada”.

La tercera jornada de esta Semana Médica ha ahondado en el bienestar de los más pequeños. Dentro de este eje temático se han tratado aspectos fundamentales durante la infancia como la crianza -uno de los campos con mayor importancia durante esta cita-, la educación sanitaria, la psicología infantil preventiva y su cauce, y la Atención Primaria (AP).

El encuentro médico ha contado con las intervenciones y participación de Roberto Fernández de Pinedo -pediatra y docente en Escuelas de Padres-; Joserra Hernaiz -pediatra del equipo de AP en el Centro de Salud Algorta-Bidezabal de Osakidetza-; Leire Iriarte -psicóloga en la Universidad de Deusto y Hazten Psicología-; y el ya mencionado Jesús Rodríguez Ortiz.

Un gran activo para el futuro

El Dr. Rodríguez Ortiz ha comenzado su intervención destacando que “la crianza es la mejor inversión posible para el futuro de los más pequeños y sus padres. La alegría y la tristeza, la confianza y la desconfianza, la fortaleza y la fragilidad, todos estos conceptos se van fraguando durante los primeros años de vida. En definitiva, durante esta etapa los niños adquieren muchos de los valores y modos de comportamiento que posteriormente definirán su forma de ser”.

Ahora bien, en esta fase de desarrollo, los progenitores y sanitarios van a jugar un papel de suma importancia. “Los padres están para facilitar a sus hijos el desarrollo de su ser, un ser único que comienza su nueva vida. Los profesionales deben permanecer en un segundo plano listos para cuando necesiten ayuda. El camino donde se comparte la crianza entre padres y sanitarios es la consulta de las revisiones de salud del niño sano”, ha indicado Rodríguez Ortiz.

Múltiples formas de criar

Una vez patente la importancia de la crianza, Leire Iriarte ha abordado, desde el punto de vista de la psicología, las múltiples formas de criar. Los bebés construyen y desarrollan su personalidad a través de la relación con sus cuidadores principales y su entorno. Respecto a esta etapa, la psicóloga ha explicado que “este no es un proceso sencillo. Los padres y madres deben encontrarse con su bebé y descubrir su propia manera de criar. Es crucial que los cuidadores puedan observar y reflexionar sobre su modo de proceder y toleren momentos de incertidumbre y ciertos caos”.

“Es normal que durante este proceso surjan dudas, preocupaciones y conflictos respecto a la crianza. Los padres y madres suelen buscar referencias a su alrededor, como sus propias familias, o los profesionales de la salud. En este punto, se debe tener en cuenta que los progenitores son muy permeables y sensibles a las indicaciones, pautas y consejos que se les puedan ofrecer y, por ello, es una gran responsabilidad. Siempre hay que tener en cuenta que cada bebé y familia tiene circunstancias particulares que pueden significar variaciones importantes de lo que es recomendable. Tampoco se debe pasar por alto que las necesidades van cambiando a medida que el bebé crece”, ha explicado Iriarte.

Ante esta situación variable y muchas veces única de cada caso, Iriarte ha destacado que la función de los profesionales de la salud es acompañar a las familias, caminar con ellas y confiar en sus capacidades, desde una posición distante, pero disponible, ayudándoles a observar a su bebé, responder a sus necesidades y deseos y buscar su lugar como padres. En el caso de los especialistas en salud mental, esta labor se centrará en las angustias excesivas, los temores que paralizan las propias capacidades o las identificaciones que obstaculizan la búsqueda del padre y madre que son”.

La pandemia de COVID-19 recuerda la importancia de prevenir enfermedades infecciosas como la meningitis

La pandemia de COVID-19 recuerda la importancia de prevenir enfermedades infecciosas como la meningitis Docor Comunicación

La Dra. Cristina Regojo, presidenta de la Asociación Española contra la Meningitis (AEM), destaca la importancia de combatir las enfermedades infecciosas. En plena pandemia de COVID-19, la asociación quiere enviar un reconocimiento a todas las personas que han sufrido la enfermedad y las familias que han perdido algún ser querido, y también recordar que, aunque no es la única enfermedad infecciosa que aún amenaza a la humanidad, existen medios para combatir otras, como la meningitis, cuyo Día Mundial se celebra el 24 de abril.

La AEM, que pertenece a la Confederation of Meningitis Organisations (CoMO), está implicada en la campaña internacional con motivo del Día Mundial contra la Meningitis, bajo el lema “Vencer a la meningitis” (Defeat Meningitis). La presidenta quiere aprovechar esta fecha para recordar las graves consecuencias sanitarias y sociales que causa la enfermedad y reclamar a los Gobiernos medidas de prevención, las más efectivas para luchar contra la enfermedad, y para facilitar la rehabilitación de los afectados que sufren secuelas.

La meningitis meningocócica es una infección bacteriana grave de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Hay diferentes bacterias causantes de meningitis. Puede causar importantes daños cerebrales y es mortal en el 50% de los casos no tratados, tal y como señala la Organización Mundial de la Salud.

En el 99% de los casos, se produce en personas sanas. La enfermedad meningocócica invasiva puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más frecuente en niños menores de cinco años y, en especial, entre los menores de un año. El segundo grupo de riesgo es el de adolescentes y jóvenes de 14 a 25 años.

¿Cómo sería un mundo sin meningitis?

Con motivo del Día Mundial, los “embajadores” de la Asociación y personas afectadas por la enfermedad han grabado una serie de videos en respuesta a la pregunta ¿Qué significaría para ti un mundo SIN meningitis? Todas las personas que han participado en esta iniciativa única lo han hecho de forma desinteresada. Los videos están disponibles en este enlace de YouTube.

Me imagino un mundo con menos dolor y menos sufrimiento de las miles de familias que aún sufren las consecuencias de esta terrible enfermedad. Un mundo con menos miedo cada vez que los papás y las mamás ven que a sus hijos les sube mucho la fiebre”. Así lo destaca la Dra. Lucía Galán (Lucía, mi pediatra), quien sufrió meningitis a los cinco años. En su intervención también se acuerda de “los niños que han tenido que estar ingresados por culpa de esta enfermedad, muchas veces alejados de sus seres queridos”. Además, señala que un mundo sin meningitis sería “más coherente”, pues significaría que “hemos invertido en investigación, que es lo que de verdad puede cambiar estas cifras”.

Para el Dr. Federico Martinón-Torres, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, un mundo sin meningitis sería “más inteligente y más justo”. Más inteligente, porque “significaría que como civilización hemos priorizado la inversión en investigación y desarrollo de remedios para todas las posibles causas”, pero también más justo porque “significaría que como sociedad hemos entendido que la única forma de eliminar esta enfermedad y sus consecuencias sería a través de la distribución de esos remedios, de esas vacunas, a todos los rincones del mundo”.

En la iniciativa también han participado sus dos embajadores. Es el caso de Dávide Morana, que sufrió amputaciones en brazos y piernas a consecuencia de la meningitis. Para él, “nadie tendría que perder sus brazos y dejar de tocar la guitarra”. Samy Arroyo, que también sufrió amputaciones a consecuencia de la enfermedad subraya que “un mundo sin meningitis querría decir que fue algo que nos afectó en el pasado y que ya no va a volver a pasar”.

Para Elena Moya, vicepresidenta de la AEM y también víctima de la enfermedad en su infancia, un mundo libre de meningitis “significaría que hay cero casos en España, cero casos en el mundo. Significaría que la meningitis ya no es una palabra que da miedo o asusta”.

Se trata de una de las actividades que la Asociación ha puesto en marcha para el Día Mundial, entre las que destaca un concurso de pintura para niños y una tabla de ejercicios para adultos https://www.contralameningitis.org/

“Un esfuerzo” de las administraciones

La Dra. Regojo, que sufrió meningitis en su infancia, padece hipoacusia bilateral profunda. “Mi discapacidad auditiva no me ha impedido cumplir mi sueño de estudiar Medicina, pero ha sido un duro camino. Tengo un implante coclear y estoy en lista de espera para otro”, explica. “Los afectados y nuestras familias también necesitamos apoyo por parte de la administración. Para superar la enfermedad e integrarnos plenamente necesitamos agilizar las intervenciones como la que espero, pero también prótesis de brazos y piernas adecuadas, acceso a rehabilitación, tratamiento de logopedia, etc. En el Día Mundial contra la Meningitis, queremos pedir a la administración un esfuerzo”.

Pero, si algo reclaman los afectados por la meningitis a las autoridades sanitarias es el acceso a las vacunas. “En una enfermedad como la meningitis, nuestra única arma es la prevención. Sin embargo, las políticas sanitarias de muchos gobiernos obvian la importancia de que toda la población tenga acceso a las vacunas. Ahora que sufrimos la pandemia de COVID-19 vemos la importancia de las vacunas, pero rápidamente nos olvidamos, porque su éxito es, precisamente, lo que no se ve”, asegura la Dra. Regojo.

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